¡Jolín, jolín, con los baños de La Fuente Murcia! Los chicos tenían más la costumbre de bañarse en La Talanquera, pero nosotras, las chicas, nuestros baños nos los dábamos en La Fuente Murcia, y además, ¡casi a pelo! En aquellos años, ni traje de baño teníamos, ni falta que nos hacía. El agua salía ´del manantial -maniantal para muchos alconcheleros-, más fresquita que el agua de La fuente del Avellano, aquella que tam bien conocía Antonio Molina. Recuerdo una de las del grupo, -no digo su nombre...
Escucha bien amor, lo que te digo,
pues creo no habrá otra ocasión
para decirte que no me arrepiento
de haberte conocido.

Escucha amor.
Hace 6 años, cuando escribí el mensaje anterior, dije al final de él que, solamente podía rezar por los difuntos; ahora me he dado cuenta de que se pueden hacer muchas cosas más, por ejemplo, escribir este poema de José Asunción Silva:

DÍA DE DIFUNTOS.

La luz vaga... opaco el día,
la llovizna cae y moja
con sus hilos penetrantes "el pueblo desierto y frío".
Por el aire tenebroso ignorada mano arroja
un oscuro velo opaco de letal melancolía,
y no hay nadie que, en lo íntimo, no se aquiete...
Bueno pues por lo que veo, tres años más tarde, tampoco Agustín Zafra vió a las plañideras por Belmonte así que esto me demuestra que tengo buena memoria.
Supongo que estas personas a las que se refirió Nostálgico hace tres años serían las conocidas como plañideras.

Eso debía ocurrir en los pueblos grandes, pues que yo recuerde, ni en La Rada ni en Alconchel, que es donde pasé mi infancia aparecían estas gentes.