La memoria de las mujeres resulta muy chocante, piensan en el primer amado después de treinta años, mientras que del segundo se olvidan a los tres días. Me va poniendo espuelas el deseo.... (Cervantes) ¡Estúpidos y locos de nosotros, que deseamos poner el amor, el deseo y la esperanza en el fuego de la paja! (Santa Catalina de Siena) Quien ama mucho, habla poco. Corresponde a la mujer tener una ternura suave y delicada, con distinguidos movimientos de dulzura femenina; Que al andar, estar y decir lo que se quiera aparezca siempre como mujer, sin ninguna similitud con el hombre.