Terminada la faena, ALCONCHEL DE LA ESTRELLA

LOS ESTUDIOSOS opinan que, a menos que la lectura sea una tarea placentera, resulta realmente difícil enseñar a leer.
Un señor se fue de excursión a las montañas con su hijo pequeño. La primera noche durmieron en el bosque, y a la mañana siguiente, el padre le preguntó al niño si le gustaba la vida al aire libre. "Sí, papá -repuso-, pero la próxima vez será mejor que traigamos a mamá y un bote de salsa de tomate". (Jejejejeje)
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Decía mi amiga, "A medida que envejezco es mayor el número de los que quisiera ver reprimidos... en otras personas".
Una amiga mía proponía un día que, deberíamos probar de nuevo a reprimir nuestros deseos, a ver que pasaba...
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Reconocer que a veces nuestros deseos se contraponen, y que a la larga algunos no valen la pena, es el principio de la sabiduría.