Un hombre contento de sí mismo es como el cuarto de los trastos viejos donde el ama de casa mete todo lo que no sirve para nada... Cuando tocamos a una de estas personas, cuando abrimos el ventanillo que conduce a su interior, nos sale al paso un olor a podredumbre y el aire que respiramos puede ser venenoso. IMÁGENES EN PALABRAS. Esa chica hace tanto ruido con los tacones que parece que es la dueña de la acera. Voy a remover la lumbre y "al contao" vuelvo. Jajajajajajaa. ¡Tomellosero tenía qué ser!