Mientras duraba la Fiesta, se olvidaban de todo lo demás, pero cuando acababa, es posible que a todos les preocupase el porvenir que pudiera esperarles, ya que ninguno, entonces, tenía la menor relación con eso que suelen llamar el mundo. Con todo, sentían que su separación y la salida del pueblo era ya cosa hecha, inevitable... Este que estoy "en trance" de escribir, es otro cac-i-cua, ¿nooooooo? Sí, señora, lo es. Es el 31913, ni más ni menos. Esos son los besos que envío para "Mis quintos". ¡Arranar, no, hermosonaaaaaaaaa! Arrancar, arrancar... hacer llorar, hacer brotar, hacer salir... (pueden ser lágrimas, perlas, etc. etc.) ¡Nena, qué tontona eres! Jajajajajajajaja Algunos de aquellos jóvenes de los que hemos llamado luminosos tiempos, recibieron miradas insinuantes de guapas personas, no escasas sonrisas rebosantes de promesas y hasta un par de besos robados, así como un sinnúmero de promesas de amistad capaces de arranar lágrimas a cualquiera.
Alguno no se dejó atrapar en las redes de ninguna mujer, tal vez porque presentía que convertirse en el esclavo de una belleza llevaba aparejado una serie de inconvenientes y preocupaciones. ¿Cuántos de estos cinco de la foto hemos ido al pueblo este año para La Virgen? Fijaos que, yo pienso que ninguno... y es una pena, os lo digo yo, que lo sé por experiencia...