El Río Záncara, desde el puente de la carretera que nos lleva a Fuentelespino de Haro, hacia la izquierda, y si giramos en el empalme hacia la derecha, nos vamos a Villarejo de Fuentes.

(22 de Marzo de 2013)

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Tres centros computadores en Washington, Moscú y Melburne recibieron todo este fantástico volumen de datos.
Los vientos han sido siempre grandes forjadores del destino del hombre, y el hombre hace bien en tratar de interpretar lo que los vientos pueden enseñarle.
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También se organizó el servicio de Observación Meteorológica Mundial de las naciones Unidas, que contaría con unas quince mil personas para cubrir los puestos de observación tanto en tierra como a bordo de buques y aviones...
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Para tal fin, se pusieron en órbita más satélites de los tipos Tiros y Nimbus para que enviasen por televisión a la Tierra fotos de las formaciones de nubes impelidas por los vientos y se trabajó también activamente para lanzar diez mil globos-sonda desde distintos puntos del planeta. Estos globos permanecieron elevados durante muchos meses y transmitieron informes constantemente...
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Tampoco se sabía con seguridad en aquellos años, qué es lo que producía un tornado, y por ello se inició un estudio meteorológico que abarcaba todo el globo y era el más importante que se emprendiera nunca...
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Aunque es mucho lo que se ha aprendido sobre los vientos, también es mucho lo que queda por descubrir. Por ejemplo, la desastrosa sequía de cuatro años que castigó hacia mediados de los sesenta, el nordeste de los Estados Unidos tuvo su origen en un cambio, no explicado hasta ahora, del re´gimen normal de los vientos...