La bruja Marisol perseguida por todos los utensilios encantados por el siniestro humo, corrió huyendo por el campo. A golpe de cuchara y cazo, la sacaron de la casa. Todos golpeaban a la pequeña bruja y al búho por meterse a enredar con pociones y hechizos. Todos los cacharros de la cocina salieron de sus armarios y estantes y se dedicaron a ponerlo todo patas arriba, montando un gran escándalo. la cafetera y la taza también empezaron a volar y a mirarla de una manera amenazante.
Y es que el humo que expulsaba la olla daba vida a los objetos que tocaba y los dotaba de un carácter de enfado, rabioso, malo y con muy mal genio.