Flores azules, ALCONCHEL DE LA ESTRELLA

(27 de Julio de 2014)
De una manera especial. En mi mente. En mi deseo que esta recopilación de textos llegue
a tus manos. Y que esto se transforme en una realidad. Imaginando que de alguna
manera, en algún tiempo, sentiré tu respuesta diciendo:
Y cuando esto suceda celebraremos juntos la alegría de compartir este espacio y diré:
Con todo mi afecto,

Luisa Cordeiro.

Te veo
...
Por eso, hoy te doy la bienvenida, te saludo y te digo: te veo
Desde esta mirada, cruzarse con un compañero de trabajo, con un vecino, con personas
con las que habitualmente compartimos espacios de acción e ignorarlos, es no reconocer
el valor que la otra persona tiene. Saludar, nombrar, incorporar su nombre en los trabajos
en los que ha participado, es reconocerlo y legitimarlo como ser humano, como vecino,
como compañero, como colaborador.
La ética ubuntu a menudo choca con las costumbres y prácticas habituales en nuestra
sociedad, y en la vida cotidiana en general. Porque lo normal, entre comillas, es lo
contrario. Cruzarse con una persona, y cuando la registramos, saludarla, y muchas veces
seguir de largo sin escuchar lo que nos dice. ¡Estamos tan apurados! ¡Tenemos tantas
cosas por hacer! Y esto que nos podemos decir internamente, merma el tiempo de
atención y escucha que tenemos hacia nuestro entorno.
Este texto, que suelo utilizar en capacitaciones, invita a que cada uno se detenga y
observe a quienes tiene a su alrededor, los lleva a tomar conciencia respecto de aquello y
aquellos que nos rodean, que comparten con nosotros tiempos y espacios, aunque a veces
no los registremos.