Una amiga mía, hija de un empleado de Telégrafos, me explicó que cuando ella y su hermano gemelo iban al colegio, el maestro, que sabía más por viejo que por diablo, los "cogió "infraganti" un día de éxamenes, cuando en el silencio de la clase sólo se escuchaba el leve golpeteo de un lápiz contra un pupitre.
-Martinez- dijo de pronto el profesor-, deja de preguntarle a tu hermana la respuesta de la pregunta ocho.
Resultó, según me dijo mi amiga, que él también sabía Morse y que los colores que...