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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Ja, ja, ja EUFRA7, lo qué me he reído con este comentario...

Ja, ja, ja EUFRA7, lo qué me he reído con este comentario tuyo que al final lograste hacer pasar por el agujero del arenero, que mira tú por dónde -serán casualidades de la vida- acabo de abrir el correo y entre los cuatro que me envías hay uno que -habla- de agujeros.

Ahora EUFRA7, ya no es tan complicado columpiarte en Alconchel si te apetece y no estás muy rellenito; ni son tan rudimentarios, pues ya sabes que, en el jardincillo donde tú demuestras tu maestría en la PETANCA, hay unos maravillosos columpios que aunque los han puesto para los niños, a alguna "mayorcilla" he visto yo por allí Ja, ja, ja.

¡Ay hijo mío! En esto de los refranes estás hecho un "letanías". Yo creo que acumulas más refranes que El libro de nuestro famoso Hidalgo, qué ya es decir.

Mira, cuando he visto todas estas cancioncillas que cantábamos en aquellos años de Rin-tín-tín y de Amigos del lunes con Gustavo Re y Boby Deglané me ha venido a la memoria aquellos "papelillos" de colores tono pastel donde venían escritas canciones de historias que decían que eran verídicas tipo " El crimen de Cuenca"

Yo recuerdo el principio de una -¡pena de no acordarme de toda élla!- que decía así:

Eran dos hermanos huérfanos
Criados en Barcelona
El niño se llama Enrique
La niña se llama Lola,
La niña se llama Lola.

El Enrique se ha marchado
Se ha marchado al extranjero,
Navegando por la Habana
Como un grande caballero,
Como un grande caballero.

Ya no me acuerdo de nada más que rime. Solo recuerdo que, cuando pasaron los años durante los cuales se olvidó de su hermana y se enriqueció, el Enrique volvió a Barcelona convertido en un hombre. Encontró allí una mujer de la que se enamoró y entre conversación y conversación se dió cuenta de que aquélla mujer era su hermana que el había dejado siendo una niña.

No sé si tú te acordarás de estas canciones porque no era cosa de "chicos" pero sí te digo que a las "chicas" nos gustaba mucho comprar esas coplillas cuando venían al pueblo a venderlas.

A la TORDILLA no le digo nada de esto porque ella todavía no había nacido ¿Verdad TORDILLA?

Un beso para los dos, y no pongo refranes que ya he puesto bastante por hoy y no sé si quedará. Milagros.