Como por obra del birlibirloque desapareció la foto de "la galerilla", así que como aquí tambien vemos a un niño chiquitín le dejamos el comentario para que ponga los cántaros encima de élla.
"2005-01-20 23:58:18 Decía que no tenía fotos antiguas. Alguna voy encontrando. Aquí teneis, como decía Estrella "el fotografo fotografiado" y siempre han dicho que era un "tirillas", que no comía; no lo parece, aunque si sé, que si no es por Demetria, no lo cuento; ¡cuánto agradecimiento escuché de mis padres, para esta familia!. Besos a sus hijas. Y la "galerilla", obra artesana y artística, del buen Francisco (reserva de paciencia y bondad) "Panchute", el carpintero y José (grandetón y simpático), el herrero y su padre el tio Paulino, el Sacristán. Lo que no recuerdo es desde cuando se cambió, aquella hermosa manera del tratamiento, la hermana Hilaria, el hermano Augusto, por lo de tio. Qué disparate. Bueno, la galerilla una preciosidad, una verdadera obra de arte. No le faltaba un detalle, que la diferenciara de las galeras, de las buenas galeras que se hacían en Alconchel, en tandem carpintería y fragua. Pintada a todo color (una pena que la foto no lo sea); que tremenda rabia que estas maravillas se hayan perdido, si en aquéllos momentos hubiera sabido como ahora la añoro y la echo de menos. Yo era pequeño, y me llevaban. Pepe, Vicente y Felicete, el primero siempre era el director de orquesta (que llegamos a formarla; eso es para otro día), y los dos tiraban de la lanza. Hasta enganchamos al fiel Lupo, un mastín inolvidable, querido por todo el pueblo como uno más. Crecimos, nos hacíamos mayores, y la galerilla aguantaba. Ya no era vehículo de tiro, se la empujaba, y no solo dos o tres sino la cuadrilla; dirigida con las piernas estiradas, apoyadas en la cruceta origen de la lanza, (todos los chiquillos nos sabíamos todas las piezas, hasta la mas insignificante y escondida de una galera, ¡cómo me gustaría acordarme de esos nombres!. Adquiríamos velocidad de vértigo, era muy estable (centro de gravedad, muy bajo), derrapábamos mejor que un F1, y a veces volcábamos. Las ocasiones que ha estado cerca de mí el Angel de la Guarda. Os dejo, pero esta noche continúo con aquellos entrañables recuerdos. Gabriel"
Pues qué pena también que desapareciese la foto ¡Venga hombre, ponla de nuevo qué tú sabes!
Un beso desde Barcelona. Milagros
"2005-01-20 23:58:18 Decía que no tenía fotos antiguas. Alguna voy encontrando. Aquí teneis, como decía Estrella "el fotografo fotografiado" y siempre han dicho que era un "tirillas", que no comía; no lo parece, aunque si sé, que si no es por Demetria, no lo cuento; ¡cuánto agradecimiento escuché de mis padres, para esta familia!. Besos a sus hijas. Y la "galerilla", obra artesana y artística, del buen Francisco (reserva de paciencia y bondad) "Panchute", el carpintero y José (grandetón y simpático), el herrero y su padre el tio Paulino, el Sacristán. Lo que no recuerdo es desde cuando se cambió, aquella hermosa manera del tratamiento, la hermana Hilaria, el hermano Augusto, por lo de tio. Qué disparate. Bueno, la galerilla una preciosidad, una verdadera obra de arte. No le faltaba un detalle, que la diferenciara de las galeras, de las buenas galeras que se hacían en Alconchel, en tandem carpintería y fragua. Pintada a todo color (una pena que la foto no lo sea); que tremenda rabia que estas maravillas se hayan perdido, si en aquéllos momentos hubiera sabido como ahora la añoro y la echo de menos. Yo era pequeño, y me llevaban. Pepe, Vicente y Felicete, el primero siempre era el director de orquesta (que llegamos a formarla; eso es para otro día), y los dos tiraban de la lanza. Hasta enganchamos al fiel Lupo, un mastín inolvidable, querido por todo el pueblo como uno más. Crecimos, nos hacíamos mayores, y la galerilla aguantaba. Ya no era vehículo de tiro, se la empujaba, y no solo dos o tres sino la cuadrilla; dirigida con las piernas estiradas, apoyadas en la cruceta origen de la lanza, (todos los chiquillos nos sabíamos todas las piezas, hasta la mas insignificante y escondida de una galera, ¡cómo me gustaría acordarme de esos nombres!. Adquiríamos velocidad de vértigo, era muy estable (centro de gravedad, muy bajo), derrapábamos mejor que un F1, y a veces volcábamos. Las ocasiones que ha estado cerca de mí el Angel de la Guarda. Os dejo, pero esta noche continúo con aquellos entrañables recuerdos. Gabriel"
Pues qué pena también que desapareciese la foto ¡Venga hombre, ponla de nuevo qué tú sabes!
Un beso desde Barcelona. Milagros
