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Bellísima PERDIZ, Gabriel. Imagino el tiempo que habrás tardado en poder fotografiarla, pero ha valido la pena.
Cuando yo era pequeña y mis hermanos venian de Barcelona solian salir de caza con una perra que teniamos, de nombre Tilda, que era una cazadora fabulosa. Cazaba los conejos y las liebres ella sola, a veces, estando en el campo haciendo algún trabajo, ella aparecia con algún animal en la boca y lo traia intacto.
Pero lo que me gustaba mucho era cuando los perdigones corrian por los campos y mis hermanos los perseguian hasta cansarlos. Ahora me daria mucha pena, pero entonces estabamos acostumbrados a la caza y lo encontrabamos normal.
Era una fiesta comer las perdizes cazadas así, aquí en Barcelona las compras como si fueran de monte, pero no tienen nada que ver con aquellas.
Con el recuerdo de esos manjares me despido. Besos. Clarisa
Cuando yo era pequeña y mis hermanos venian de Barcelona solian salir de caza con una perra que teniamos, de nombre Tilda, que era una cazadora fabulosa. Cazaba los conejos y las liebres ella sola, a veces, estando en el campo haciendo algún trabajo, ella aparecia con algún animal en la boca y lo traia intacto.
Pero lo que me gustaba mucho era cuando los perdigones corrian por los campos y mis hermanos los perseguian hasta cansarlos. Ahora me daria mucha pena, pero entonces estabamos acostumbrados a la caza y lo encontrabamos normal.
Era una fiesta comer las perdizes cazadas así, aquí en Barcelona las compras como si fueran de monte, pero no tienen nada que ver con aquellas.
Con el recuerdo de esos manjares me despido. Besos. Clarisa