Clarisa yo también recuerdo esas situaciones de angustia reflejada en las caras de vecinos y familiares.
También recuerdo un día que derramamos lágrimas y pasamos mucho miedo por mi padre, mi hermana, mi madre y yo -la pequeña no había nacido aún-, un día de tormenta que caía un granizo con las piedras muy grandes. Las tres llorando, pensando en mi padre que estaba en el campo, sin un lugar donde hallar cobijo. Eso es lo que pensábamos, hasta que al rato llegó mi padre calmándonos y diciéndonos que la granizada le había cogido ya dentro del porche, y todo gracias a las ovejas que, cuando vieron la que se avecinaba, salieron corriendo hacia el pueblo tanto como podían, y mi padre no lo impidió pues ya sabéis que las gentes de los pueblos conocen muy bién a los animales y éstos, para estas cosas tienen un " olfato" especial.
Ese mal rato que pasamos nos lo podríamos haber ahorrado si en aquel tiempo hubiesen existido los teléfono móviles pues con una llamada de mi padre hubiese bastado.
Un beso muchachos. Milagros
También recuerdo un día que derramamos lágrimas y pasamos mucho miedo por mi padre, mi hermana, mi madre y yo -la pequeña no había nacido aún-, un día de tormenta que caía un granizo con las piedras muy grandes. Las tres llorando, pensando en mi padre que estaba en el campo, sin un lugar donde hallar cobijo. Eso es lo que pensábamos, hasta que al rato llegó mi padre calmándonos y diciéndonos que la granizada le había cogido ya dentro del porche, y todo gracias a las ovejas que, cuando vieron la que se avecinaba, salieron corriendo hacia el pueblo tanto como podían, y mi padre no lo impidió pues ya sabéis que las gentes de los pueblos conocen muy bién a los animales y éstos, para estas cosas tienen un " olfato" especial.
Ese mal rato que pasamos nos lo podríamos haber ahorrado si en aquel tiempo hubiesen existido los teléfono móviles pues con una llamada de mi padre hubiese bastado.
Un beso muchachos. Milagros