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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: 5...

4
Tenues hojas brillantes,
juguete de los vientos inconstantes,
nacidas a la aurora
y muertas a la tarde,
víctimas de la lumbre que las dora
y en sus pétalos arde,
en vuestro seno posa.
rival de vuestras galas,
la incierta mariposa,
que es otra flor con alas.
Cual galán, que a la reja
de su amorosa esquiva
pesares canta, la dorada abeja,
zumbando en torno, en vuestro cáliz liba.
En vuestro seno quiso
Dios guardar una gota
de la perdida miel del Paraíso;
y en la esencia que en vuelo
leve al redor de vuestras hojas flota,
algo del aire que embalsama el cielo...

5
Cuando al morir el día
cruzo yo pensativo los jardines,
estrella que me guía
paréceme la flor de los jazmines;
y el capullo de rosa
que en el vergel descuella,
como púdica virgen, ruborosa
de que la llamen bella.
Son lluvia de amatistas los racimos
de las abiertas lilas.
La humilde violeta, que se pierde
entre el césped, semeja a las pupilas
de brillo azul tras la persiana verde.
Son cautivas beldades, entre abrojos
los azahares presos;
son los claveles rojos
labios que dan enamorados besos;
cetro de la hermosura
la rama de los frescos alhelíes;
voluble el girasol, se me figura
que dice «no te fíes».
Imagen del amor que amor procura
la pasionaria dulce y sin espinas;
cual Venus de los mares,
surgen de entre las aguas cristalinas
los blancos nenufares,
y míranse inclinados
del claro arroyo en las sonoras linfas
los lirios azulados,
como en la fuente el grupo de las ninfas
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Con este fragmento termina CANCIÓN A LAS FLORES.
6
Bellas flores queridas,
hijas de la apacible primavera,
¡cómo al miraros siento las heridas
hoy renovarse de mi edad primera!
Los deseos del alma y su audaz brío
cruel el tiempo mata,
cual vuestro cáliz mustia y lo arrebata
la ráfaga de estío. ... (ver texto completo)