Dividieron con un muro, como otras tantas veces se había hecho, un país en dos mitades. Fruto de la improvisación hubo ciudades que quedaron separadas a lo largo sus plazas y avenidas, e incluso casas que también quedaron seccionadas. Aquello generó muchas preguntas sin respuesta: ¿Cómo era posible que unas habitaciones pertenecieran a un país y el resto a otro?
Se necesitaron tres generaciones para comprender que el muro no tenía una finalidad defensiva, era una barrera para evitar que la gente escapara y detener el tiempo. Finalmente los nietos, armados de picos y palas, acabaron derribando las fronteras que un día edificaron sus abuelos…
Se necesitaron tres generaciones para comprender que el muro no tenía una finalidad defensiva, era una barrera para evitar que la gente escapara y detener el tiempo. Finalmente los nietos, armados de picos y palas, acabaron derribando las fronteras que un día edificaron sus abuelos…