¡Total ná, con los cangrejos!
Y es que en Alconchel, el cangrejo ya no es lo que era, y auque parezca mentira ya no hay cangrejos autóctonos, no; se nos colaron los Cangrejos Rojos Americanos que pueden llegar a medir hasta 15 cms. de longitud y la "jo.. os".
Hace años no era difícil encontrar cualquier río, (Záncara), riachuelo, (Puentecilla), o arroyo (Cazarejo) lleno de cangrejos autóctonos muy apreciados en gastronomía. ¡Qué arroces tan deliciosos se cocinaban entonces!.
El Cangrejo Rojo llegó de los pantanos del Mississipi en Estados Unidos el año 1974 con fines comerciales. Trajo con el la enfermedad de la afanomicosis y la depredación directa de gran parte de invertebrados, peces y anfibios. Tambien la vegetación acúatica ha sentido sus efectos negativos.
Bueno espero que ahora no venga nadie diciéndome que los americanos tienen la culpa de todo, que si lo que he escrito aquí es un plagio, que si patatín, que si patatán; ya os digo yo que esto que escribo sobre el Cangrajo Rojo Americano lo leí en El día de Cuenca y yo lo escribí "A mi manera", como A mi manera se titula esta canción con la que me voy canturreando río abajo. Espero no encontrarme ningún cangrejo rojo que ya le dije a Nino que esos se cjen a cualquier sitio y... ¡Ay que dolor, ay qué dolor, ay qué dolor!
Adiós Alconcheleros y "foreros" y que paséis buena noche y soñéis con lo que mejor os vaya y os haga felices. Milagros
Estoy mirando atrás
y puedo ver mi vida entera,
y se que estoy en paz
pues la viví a mi manera.
Crecí sin derrochar
logré abrazar el mundo todo,
y más, mil sueños más
soñé a mi modo.
¿Valor? Lo conocí,
y recibí compensaciones.
Seguí sin vacilar,
logré vencer las decepciones.
Mi plan jamás falló,
me mostró mil y un recodos,
y más y mucho más viví a mi modo.
Esta fui yo que arremetí,
hasta el azar quise perseguir
si me oculté si me arriesgué
lo que perdí no lo lloré
porque ví, siempre ví,
a mi manera.
Amé, también sufrí,
y compartí caminos largos,
perdí y rescaté,
mas no guardé tiempos amargos.
Jamás me arrepentí
si amando di todos mis sueños,
lloré, y si reí fue a mi manera.
¿Que pueden decir o criticar,
si yo aprendí arenunciar?
si hay que morir o hay que matar
nada tendré sin entregar,
porque viví, siempre vivía mi manera.
Y es que en Alconchel, el cangrejo ya no es lo que era, y auque parezca mentira ya no hay cangrejos autóctonos, no; se nos colaron los Cangrejos Rojos Americanos que pueden llegar a medir hasta 15 cms. de longitud y la "jo.. os".
Hace años no era difícil encontrar cualquier río, (Záncara), riachuelo, (Puentecilla), o arroyo (Cazarejo) lleno de cangrejos autóctonos muy apreciados en gastronomía. ¡Qué arroces tan deliciosos se cocinaban entonces!.
El Cangrejo Rojo llegó de los pantanos del Mississipi en Estados Unidos el año 1974 con fines comerciales. Trajo con el la enfermedad de la afanomicosis y la depredación directa de gran parte de invertebrados, peces y anfibios. Tambien la vegetación acúatica ha sentido sus efectos negativos.
Bueno espero que ahora no venga nadie diciéndome que los americanos tienen la culpa de todo, que si lo que he escrito aquí es un plagio, que si patatín, que si patatán; ya os digo yo que esto que escribo sobre el Cangrajo Rojo Americano lo leí en El día de Cuenca y yo lo escribí "A mi manera", como A mi manera se titula esta canción con la que me voy canturreando río abajo. Espero no encontrarme ningún cangrejo rojo que ya le dije a Nino que esos se cjen a cualquier sitio y... ¡Ay que dolor, ay qué dolor, ay qué dolor!
Adiós Alconcheleros y "foreros" y que paséis buena noche y soñéis con lo que mejor os vaya y os haga felices. Milagros
Estoy mirando atrás
y puedo ver mi vida entera,
y se que estoy en paz
pues la viví a mi manera.
Crecí sin derrochar
logré abrazar el mundo todo,
y más, mil sueños más
soñé a mi modo.
¿Valor? Lo conocí,
y recibí compensaciones.
Seguí sin vacilar,
logré vencer las decepciones.
Mi plan jamás falló,
me mostró mil y un recodos,
y más y mucho más viví a mi modo.
Esta fui yo que arremetí,
hasta el azar quise perseguir
si me oculté si me arriesgué
lo que perdí no lo lloré
porque ví, siempre ví,
a mi manera.
Amé, también sufrí,
y compartí caminos largos,
perdí y rescaté,
mas no guardé tiempos amargos.
Jamás me arrepentí
si amando di todos mis sueños,
lloré, y si reí fue a mi manera.
¿Que pueden decir o criticar,
si yo aprendí arenunciar?
si hay que morir o hay que matar
nada tendré sin entregar,
porque viví, siempre vivía mi manera.