Hay qué ver cómo se anima a la Selección española desde la más tierna infancia.
Ayer me emocioné viendo a Casillas recorrer el campo de una punta a la otra para consolar a su compañero, el portero de Portugal, que al terminar el partido, lloraba desconsoladamente como un chiquillo.
Este gesto honra a Casillas, en el compañerismo, y como persona.
Rosa y Fernando, ya nos diréis quienes son estos niños. Yo no conozco a ninguno
Ayer me emocioné viendo a Casillas recorrer el campo de una punta a la otra para consolar a su compañero, el portero de Portugal, que al terminar el partido, lloraba desconsoladamente como un chiquillo.
Este gesto honra a Casillas, en el compañerismo, y como persona.
Rosa y Fernando, ya nos diréis quienes son estos niños. Yo no conozco a ninguno