Factura rebajada un 25%
Lo prometido es deuda............
---------------EL MOTIN DEL TIO CORUJO-------------
---------------EL MOTIN DEL TIO CORUJO-------------
El motín de Esquilache (por recortar el tamaño de la capa y así impedir llevar espada oculta, e imponer el sombrero de tres picos) en Madrid tuvo repercusiones en otras ciudades, así en Cuenca el motivo fue la subida del pan.
El seis de abril de 1776, se formaron en la ciudad dos grupos de manifestantes provenientes de San Antón y Tiradores, se concentraron en la puerta de Valencia y San Anton.
A las once de la noche un grupo de amotinados de la Puerta de Valencia se dirigió a la ermita de San Roque (en el Campo de San Francisco), rompieron las puertas y se apropiaron de los tambores, trompetas y trajes de nazareno de Jueves Santo y Viernes Santo que allí se guardaban. Vestidos con los trajes y a golpe de tambor se dirigieron hacia la Puerta de Valencia, allí se unió los que venían de San Anton, los cuales venian exaltados y pidiendo la muerte de todo poder establecido. Los intentos de mediación del canónigo Leoz fueron en vano, así como el de varios regidores.
Los alborotadores de dirigieron al Almudí, se apoderaron de las llaves y fueron en busca del depositario de fondos (don Pedro de Iruela), este advertido por los gritos huyó por los tejados refugiandose en el convento del Carmen, su casa fue asaltada y con sus muebles se hizo una gran hoguera, después asaltaron la casa del corregidor, lo depusieron y nombraron a Isidro Medina ("El tío Corujo"), nombraron nuevo concejo e intentaron que formase parte de el Francisco Cerdán, regidor perpetuo de la ciudad.
El motín duro hasta el día 18, cuando tropas enviadas desde Madrid, con la colaboración de un miembro de cada gremio de la ciudad pusieron orden.
Algunos ven en este motin referencias a la existencia de "las turbas" en la semana santa de Cuenca, ya que piensan que los instrumentos y túnicas cogidas en la ermita de San Roque, evidencian que ya existían las turbas en esa época.
El seis de abril de 1776, se formaron en la ciudad dos grupos de manifestantes provenientes de San Antón y Tiradores, se concentraron en la puerta de Valencia y San Anton.
A las once de la noche un grupo de amotinados de la Puerta de Valencia se dirigió a la ermita de San Roque (en el Campo de San Francisco), rompieron las puertas y se apropiaron de los tambores, trompetas y trajes de nazareno de Jueves Santo y Viernes Santo que allí se guardaban. Vestidos con los trajes y a golpe de tambor se dirigieron hacia la Puerta de Valencia, allí se unió los que venían de San Anton, los cuales venian exaltados y pidiendo la muerte de todo poder establecido. Los intentos de mediación del canónigo Leoz fueron en vano, así como el de varios regidores.
Los alborotadores de dirigieron al Almudí, se apoderaron de las llaves y fueron en busca del depositario de fondos (don Pedro de Iruela), este advertido por los gritos huyó por los tejados refugiandose en el convento del Carmen, su casa fue asaltada y con sus muebles se hizo una gran hoguera, después asaltaron la casa del corregidor, lo depusieron y nombraron a Isidro Medina ("El tío Corujo"), nombraron nuevo concejo e intentaron que formase parte de el Francisco Cerdán, regidor perpetuo de la ciudad.
El motín duro hasta el día 18, cuando tropas enviadas desde Madrid, con la colaboración de un miembro de cada gremio de la ciudad pusieron orden.
Algunos ven en este motin referencias a la existencia de "las turbas" en la semana santa de Cuenca, ya que piensan que los instrumentos y túnicas cogidas en la ermita de San Roque, evidencian que ya existían las turbas en esa época.