Eufra7 el remedio casero de hoy me ha hecho volver "la vista" atrás, cuando aún éramos muy pequeños.
Pensando en los sabañones, he llegado a la conclusión de que no recuerdo ningún remedio para los sabañones de entonces; sólo se me ocurre pensar que se curaban poniéndose unos calcetines de lana pero... ¿y los que salían en las orejas?
Yo nunca tuve sabañones, y debe ser por eso que no recuerdo los remedios que se usaban entonces. El Vicks Vaporub -se frota y basta- vino más tarde, y como casi todos sabemos, se usaba para los catarros.
Pensando en los sabañones, he llegado a la conclusión de que no recuerdo ningún remedio para los sabañones de entonces; sólo se me ocurre pensar que se curaban poniéndose unos calcetines de lana pero... ¿y los que salían en las orejas?
Yo nunca tuve sabañones, y debe ser por eso que no recuerdo los remedios que se usaban entonces. El Vicks Vaporub -se frota y basta- vino más tarde, y como casi todos sabemos, se usaba para los catarros.
Leyendo el mensaje anterior, donde hacía referencia a los sabañones, he recordado los parches Sor Virginia que nos ponían nuestras madres en el pecho y en la espalda, cuando estábamos acatarrados, sobre todo en los días fríos de invierno.
He querido saber algo más sobre estos parches, famosos en mi época infantil, y he podido encontrar esto que sigue a continuación.
"Parches Sor Virginia: una monja con historia
Los parches Sor Virginia se empezaron a comercializar en 1926. Desde entonces se convirtieron en un producto muy popular y de gran éxito utilizados para aliviar dolores musculares y articulares.
En la formulación original, Sor Virginia contenía 2,0g de extracto fluido de belladona y 2,0g de extracto fluido de cápsicum principio activo natural proveniente de la pimienta.
La belladona era bien conocida por conferir propiedades espasmolíticas (relajantes de la fibra muscular lisa), utilizadas en el tratamiento sintomático de la tos, asma o dismenorrea (menstruación dolorosa).
La acción rubefaciente se producía gracias al efecto del cápsicum, cuando el principio activo provocaba la dilatación de los capilares más superficiales de la piel, aumentando el flujo sanguíneo en la zona de aplicación y generando el buscado efecto antiinflamatorio, analgésico y relajante.
Gracias a las propiedades de estos dos principios activos, Sor Virginia se utilizaba para tratar “dolores de pecho, espalda, resfriados, tos y demás afecciones en que es necesario activar rápida y permanentemente la producción corporal de calor” (Sor Virginia “fieltro rojo”) así como “contusiones, músculos doloridos, dolores de espalda, esguinces, torceduras” (Sor Virginia “fortificante”).
La imagen de Sor Virginia, conocida ampliamente por profesionales médicos y pacientes, era la característica monja que daba nombre al medicamento."
He querido saber algo más sobre estos parches, famosos en mi época infantil, y he podido encontrar esto que sigue a continuación.
"Parches Sor Virginia: una monja con historia
Los parches Sor Virginia se empezaron a comercializar en 1926. Desde entonces se convirtieron en un producto muy popular y de gran éxito utilizados para aliviar dolores musculares y articulares.
En la formulación original, Sor Virginia contenía 2,0g de extracto fluido de belladona y 2,0g de extracto fluido de cápsicum principio activo natural proveniente de la pimienta.
La belladona era bien conocida por conferir propiedades espasmolíticas (relajantes de la fibra muscular lisa), utilizadas en el tratamiento sintomático de la tos, asma o dismenorrea (menstruación dolorosa).
La acción rubefaciente se producía gracias al efecto del cápsicum, cuando el principio activo provocaba la dilatación de los capilares más superficiales de la piel, aumentando el flujo sanguíneo en la zona de aplicación y generando el buscado efecto antiinflamatorio, analgésico y relajante.
Gracias a las propiedades de estos dos principios activos, Sor Virginia se utilizaba para tratar “dolores de pecho, espalda, resfriados, tos y demás afecciones en que es necesario activar rápida y permanentemente la producción corporal de calor” (Sor Virginia “fieltro rojo”) así como “contusiones, músculos doloridos, dolores de espalda, esguinces, torceduras” (Sor Virginia “fortificante”).
La imagen de Sor Virginia, conocida ampliamente por profesionales médicos y pacientes, era la característica monja que daba nombre al medicamento."