Pues si Rubí hacía sus pinitos, El Emigrao ya era todo un maestro en esto de la poesía y para muestra un botón. ¡Mecachis en la mar! Y a mí sin salirme ni tan siquiera un pareado... Qué pena, qué pena, con lo que a mí me gustan las poesíasssss ¡Me voy a poner a llorar!