¡Pues claro qué llegarás Clarisa! Y si quieres te acompaño y nos "perdemos" las dos por éllos y caminamos hasta caer exhaustas. Nos llevaríamos "merendilla" preparada y cuando tuviésemos hambre pararíamos en cualquier ribazo, a ser posible cerca del
río para mientras comemos poder ir escuchando el sonido del al
agua al correr por su pequeño y sencillo cauce; no necesitamos un Sena o un Nilo para pasarlo bién y recordar.
Otro para tí, Clarisa. Milagros