Si, Eufra-7, en mi tierra también se amaneaba a las bestias, como decíamos allí, incuso, cuando los animales, como el Bartolo, eran ariscos, a las amaneas se les ponía una barra de hierro o madera, o sea, palo, el cual en uno de sus extremos tenía un agujero que lo atravesaba o argolla, por el que se introducía la manera, eso evitaba que diera el salto largo.
No por mucho madrugar amanece más temprano.
En casa del herrero, cuchara de palo.
Dime de que presumes y te diré de que careces.
Ojos que no ven corazón que no siente.
Abrazos pa tos y toas, El Emigrao
No por mucho madrugar amanece más temprano.
En casa del herrero, cuchara de palo.
Dime de que presumes y te diré de que careces.
Ojos que no ven corazón que no siente.
Abrazos pa tos y toas, El Emigrao