.................. ATÚN VACÍO................
(Es que es Isabel y como todo el mundo sabe "El iSABEL no ocupa lugar")
Ingredientes:
1 paquete de atún Isabel con tomate "abrir y listo"
1 lata de tomate natural entero
1 lata pequeña de cebolla frita Hida
Vinagre de Módena
aceite, azucar, sal y una hoja de laurel.
Preparación:
Cójase el paquetillo de atún Isabel con tomate y vuélquese en un plato, con cuidado de no romperlo, que viene muy pinturero y aparente.
En una sartén con un poco de aceite caliente ponemos el contenido de la lata de cebolla, lo dejamos hacerse un poco y le añadimos el contenido de la lata de tomate entero, escurrido de su líquido.
Le ponemos una hoja de laurel, sal, un poco de azúcar, y con una cuchara de madera vamos dando vueltas, troceándolo mientras lo hacemos.
La cosa es que se nos vaya haciendo un tomate fríto pero no triturado, sino enterito.
Que se vean los pedazos de tomate, que luego dan una textura estupenda y distinta, de lo más impostora.
Se le añade un chorreón (no excesivo) de vinagre de Módena y se deja hacer, removiendo de vez en cuando, hasta que veamos que el tomate no tiene líquido y presenta un aspecto brillante y apetecible.
Es el momento de coger el atún y, despreciando prácticamente en su totalidad la salsa que lleva, juntarla con nuestro excelso tomate.
Lo cubrimos con nuestra salsa y dejamos que se caliente.
Ya sólo queda emplatarlo y adornarlo con la hoja de laurel, que no están los tiempos para desperdiciar nada.
(Es que es Isabel y como todo el mundo sabe "El iSABEL no ocupa lugar")
Ingredientes:
1 paquete de atún Isabel con tomate "abrir y listo"
1 lata de tomate natural entero
1 lata pequeña de cebolla frita Hida
Vinagre de Módena
aceite, azucar, sal y una hoja de laurel.
Preparación:
Cójase el paquetillo de atún Isabel con tomate y vuélquese en un plato, con cuidado de no romperlo, que viene muy pinturero y aparente.
En una sartén con un poco de aceite caliente ponemos el contenido de la lata de cebolla, lo dejamos hacerse un poco y le añadimos el contenido de la lata de tomate entero, escurrido de su líquido.
Le ponemos una hoja de laurel, sal, un poco de azúcar, y con una cuchara de madera vamos dando vueltas, troceándolo mientras lo hacemos.
La cosa es que se nos vaya haciendo un tomate fríto pero no triturado, sino enterito.
Que se vean los pedazos de tomate, que luego dan una textura estupenda y distinta, de lo más impostora.
Se le añade un chorreón (no excesivo) de vinagre de Módena y se deja hacer, removiendo de vez en cuando, hasta que veamos que el tomate no tiene líquido y presenta un aspecto brillante y apetecible.
Es el momento de coger el atún y, despreciando prácticamente en su totalidad la salsa que lleva, juntarla con nuestro excelso tomate.
Lo cubrimos con nuestra salsa y dejamos que se caliente.
Ya sólo queda emplatarlo y adornarlo con la hoja de laurel, que no están los tiempos para desperdiciar nada.