Aunque aquí en esta foto, parece que estaban éllos solos en el Cerro de la Virgen de la Cuesta, no era así; el Cerro, estaba lleno de gente, lo que pasa es que como los hermanos González, Teodoro y Balbino estaban fumando se alejaron por respeto del gentío que por allí había y más que nada, por los muchos niños que el ocho de mayo corretean por el cerro. Se estaban preparando ya para lo que vendría muchos años más tarde que es la prohibición de fumar en los lugares frecuentados por niños. Jajajaja ¡Y mira que en el Cerro de la Virgen corre el aire fresco, que los cabellos delatan!
Besos salaos, desde Barcelona
Besos salaos, desde Barcelona