Como diría el poeta de Belmonte, tiene su "enjundia"
En La Floresta Española, Impresa en Salamanca, por Pedro Lasso, año 1592, podemos leer:
" Pasó un escudero en casa de un Obispo de este reino, y hiciéronle la cama en un corredor, sin ponerle servicio alguno, de los necesarios. A la media noche diéronle al escudero recias cámaras, que tuvo necesidad de levantarse cuatro o cinco veces.
Fue tan grande la correncia que le decreció del frío, que, hubo de henchir la cama, y, pareciéndole después que, si el Obispo lo sabía, le sería gran afrenta, dijo a un criado del Obispo, partiéndose muy de mañana.
-Decid a su señoría, que pues no mandó dar cama en cámara, que ahí le dejo cámara en cama."
En La Floresta Española, Impresa en Salamanca, por Pedro Lasso, año 1592, podemos leer:
" Pasó un escudero en casa de un Obispo de este reino, y hiciéronle la cama en un corredor, sin ponerle servicio alguno, de los necesarios. A la media noche diéronle al escudero recias cámaras, que tuvo necesidad de levantarse cuatro o cinco veces.
Fue tan grande la correncia que le decreció del frío, que, hubo de henchir la cama, y, pareciéndole después que, si el Obispo lo sabía, le sería gran afrenta, dijo a un criado del Obispo, partiéndose muy de mañana.
-Decid a su señoría, que pues no mandó dar cama en cámara, que ahí le dejo cámara en cama."