Madre mía, anda que no dimos vueltas de campana mi prima Marisa y yo hasta llegar casi al camino, que de no haber sido por los cantos, que nos frenaron un poco, húbiesemos llegado "de seguro" ¡"p´a vernos matau! Yo me quedé con un ojo a la virolé de la hinchazón y moratón que tenía, aparte de las rodillas "ensollejás", y Marisa con un "abujero" en la mejilla que hubo que darle puntos y todo, con el correspondiente susto de nuestros padres al vernos llegar subidas en un motocarro hechas unos guiñapos. Jajajajaja
Ahora me río imaginándome la situación, pero entonces....
Ahora me río imaginándome la situación, pero entonces....