Consejos para se un buen padre, que tanto servían para principios del Siglo XX, como para el XXI.
AL PADRE DE FAMILIA.
- Construirás una familia con amor, la sostendrás con trabajo y la regirás con bondadosa energía.
- Serás prudente en los negocios, pródigo en las enseñanzas, celoso en mantener la autoridad paterna, tardo en decidir pero irrevocable en tus decisiones.
- Tendrás para tu esposa inacabable apoyo moral, buscando en ella consuelo sin desoir sus consejos.
-Destruirás todo error doméstico, toda desocupación y todo desorden en cuento apareciere en tu hogar.
- Tratarás de que exista siempre un superhábit en los efectos y en los intereses.
- Haz entre los tuyos que tus hijos vean en tí, cuando niños, una fuerza que ampara; cuando adolescentes una inteligencia que enseña y cuando hombres un amigo que aconseja.
- Trata de que tus hijos conozcan siquiera el camino de la escuela de la desgracia y sepan sobrellevar con virilidad los males y las maldades de la vida.
- No cometerás la torpeza de presentar oposición o lucha de poder materno con el paterno.
- Estudiarás detenidamente las aptitudes de tu hijo; no le harás comprender que puede ser más que tú; ponle silenciosamente en camino de serlo.
-Cuidarás sea tan robusto de cuerpo como sano de inteligencia. Hazle bueno antes de hacerle sabio.
AL PADRE DE FAMILIA.
- Construirás una familia con amor, la sostendrás con trabajo y la regirás con bondadosa energía.
- Serás prudente en los negocios, pródigo en las enseñanzas, celoso en mantener la autoridad paterna, tardo en decidir pero irrevocable en tus decisiones.
- Tendrás para tu esposa inacabable apoyo moral, buscando en ella consuelo sin desoir sus consejos.
-Destruirás todo error doméstico, toda desocupación y todo desorden en cuento apareciere en tu hogar.
- Tratarás de que exista siempre un superhábit en los efectos y en los intereses.
- Haz entre los tuyos que tus hijos vean en tí, cuando niños, una fuerza que ampara; cuando adolescentes una inteligencia que enseña y cuando hombres un amigo que aconseja.
- Trata de que tus hijos conozcan siquiera el camino de la escuela de la desgracia y sepan sobrellevar con virilidad los males y las maldades de la vida.
- No cometerás la torpeza de presentar oposición o lucha de poder materno con el paterno.
- Estudiarás detenidamente las aptitudes de tu hijo; no le harás comprender que puede ser más que tú; ponle silenciosamente en camino de serlo.
-Cuidarás sea tan robusto de cuerpo como sano de inteligencia. Hazle bueno antes de hacerle sabio.