¡Qué poco hemos aprendido!
Los maestros del año 1926 ya decían esto que sigue a continuación:
"Los que nos dedicamos a la ruda labor de La Primera Enseñanza estamos obligados a aportar nuestra colaboración a la gestión que realiza la Nacional, y la sociedad no puede desentenderse de asunto tan trascendental, porque sería suicida el privar a los futuros ciudadanos de la cultura precisa para la explotación de las riquezas que nos ofrece nuestro suelo.
Si nuestra cultura es inferior a la de otras naciones, la producción será más cara en razón inversa a aquella, y nuestra balanza comercial sentirá cada vez mayor desequilibrio."
Los maestros del año 1926 ya decían esto que sigue a continuación:
"Los que nos dedicamos a la ruda labor de La Primera Enseñanza estamos obligados a aportar nuestra colaboración a la gestión que realiza la Nacional, y la sociedad no puede desentenderse de asunto tan trascendental, porque sería suicida el privar a los futuros ciudadanos de la cultura precisa para la explotación de las riquezas que nos ofrece nuestro suelo.
Si nuestra cultura es inferior a la de otras naciones, la producción será más cara en razón inversa a aquella, y nuestra balanza comercial sentirá cada vez mayor desequilibrio."