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Eres igual que la mañana hermosa,
que el manantial crepúsculo ilumina;
de tu cara divina,
su precioso color tomó la rosa.
Eres igual que el sol que resplandece,
y a todas partes su fulgor envía
porque todo lo llenas de alegría,
cuando tu cara de ángel aparece.
Si alguna vez encuentro tus miradas
y me miro en tus ojos celestiales,
creo hallarme en los bosques ideales
del pais de mi niñez, el de las hadas.
Todo lo llenas, todo lo iluminas,
y todo lo embellece tu presencia,
porque eres astro, flor, vida y esencia
de todas las bellezas peregrinas.
que el manantial crepúsculo ilumina;
de tu cara divina,
su precioso color tomó la rosa.
Eres igual que el sol que resplandece,
y a todas partes su fulgor envía
porque todo lo llenas de alegría,
cuando tu cara de ángel aparece.
Si alguna vez encuentro tus miradas
y me miro en tus ojos celestiales,
creo hallarme en los bosques ideales
del pais de mi niñez, el de las hadas.
Todo lo llenas, todo lo iluminas,
y todo lo embellece tu presencia,
porque eres astro, flor, vida y esencia
de todas las bellezas peregrinas.