Muchas veces en el pueblo, allá por finales de los 50, oíamos decir a nuestros mayores, e incluso a nosotros mismos, el dicho: "He recorrido las siete partidas" sin saber siquiera a lo que nos estábamos refiriendo.
Lo que a mí me contaron unos años más tarde, sobre LAS SIETE PARTIDAS, es que se trataba de un libro que estaba dividido en siete partes, en obsequio al misteriosos número siete, el cual solían dividir los antiguos, las más de las cosas, como los siete planetas, los siete climas, los siete metales conocidos entonces, como los planetas, las siete ciencias, los siete sabios de Grecia, las siete maravillas del mundo, los siete sellos del Libro del Apocalipsis, los siete salmos penitenciales, los siete candelabros de las siete lámparas, las siete iglesias, el célebre año climático de los médicos, y particularmente los siete días de la Creación, a cuya especial circunstancia parece debe atribuirse el gran respeto a este número.
En la primera parte de este libro de Las Siete Partidas, se trata de lo perteneciente a la Fe.
Lo que a mí me contaron unos años más tarde, sobre LAS SIETE PARTIDAS, es que se trataba de un libro que estaba dividido en siete partes, en obsequio al misteriosos número siete, el cual solían dividir los antiguos, las más de las cosas, como los siete planetas, los siete climas, los siete metales conocidos entonces, como los planetas, las siete ciencias, los siete sabios de Grecia, las siete maravillas del mundo, los siete sellos del Libro del Apocalipsis, los siete salmos penitenciales, los siete candelabros de las siete lámparas, las siete iglesias, el célebre año climático de los médicos, y particularmente los siete días de la Creación, a cuya especial circunstancia parece debe atribuirse el gran respeto a este número.
En la primera parte de este libro de Las Siete Partidas, se trata de lo perteneciente a la Fe.