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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Cuenta la Leyenda, que una vez una serpiente empezó...

Cuenta la Leyenda, que una vez una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga; ésta huía rápida, con miedo, de la feroz depredadora, y la serpiente no pensaba desistir.

Huyó un día, y ella no desistía, dos días y nada. Al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga paró y le dijo a la serpiente:

- ¿Puedo hacerte tres preguntas?

La serpiente respondió: – No acostumbro a dar este precedente a nadie, pero como igual te voy a devorar, puedes preguntar.

- ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia? -No, contestó la serpiente.
- ¿Yo te he hecho algún mal? -No, volvió a responder.

-Entonces, ¿Por qué quieres acabar conmigo?
– ¡Porque no soporto verte brillar…!

Así, muchos de nosotros nos hemos visto envueltos en situaciones donde nos preguntamos:

¿Por qué me pasa esto, si yo no he hecho nada malo?

Sencillo: Porque no soportan verte brillar…

Muchas veces nos preguntamos ¿Por qué en nuestro sitio de trabajo siempre hay alguien que quiere o saboteartelo o tratar de meterte en chismes infundados o en problemas sin sentido?

Fácil: Porque sencillamente no soportan verte brillar…

La Envidia, es el peor sentimiento que podamos tener. Que envidien tus logros, tu éxito, que envidien verte brillar. Cuando esto pase, no dejes de brillar, continúa siendo tú mismo, sigue dando lo mejor de ti, sigue haciendo lo mejor, no permitas que te lastimen, no permitas que te hieran, sigue brillando y no podrán tocarte, porque tu luz seguirá intacta, tu esencia permanecerá, pase lo que pase.

Hay que seguir haciendo las cosas para Dios no para el demonio, hay que seguir haciendo las cosas bien hasta llegar a la excelencia porque eso disipa la oscuridad y aparta a quienes viven en las tinieblas. Hay que hacer las cosas por amor a Dios y en bien de nuestra alma y nuestro progreso porque eso ayuda a aniquilar al mal y a quien porta su bandera. Un fósforo en la mano, pequeño insiginificante pero cómo disipa a la oscuridad.

Moraleja… no hay que envidiar al que brilla, simplemente hay que imitarlo.