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"-03-20 10:58:11 Claro que es una gozada, Milagros, decidir, mañana cogemos el tren y a Santiago, que no hay gente, el tiempo va a ser bueno y todo para nosotros, lejos de operaciones de tráfico y seguros aguaceros festivos. No es para dar envidia, hemos esperado 34 años, es, para desearos a todos, que es algo alcanzable. Bueno, en la visita a las cubiertas de la Catedral, que subimos por las escaleras de la torre de LA CARRACA, un joven Ldo En Arte nos explicó, tranquilamente a Maricarmen y a mí, la historia de la ciudad. Sí, hice entre Santiago y La Coruña 166 fotos, y hasta subido como veis por los tejados. LA CARRACA. Panchute, el hermano Francisco, una buena persona, el carpintero, un hombre bueno, no me cansaré en repetirlo; con todo el trabajo pendiente, por estas fechas, nos tenía que hacer la carraca. A partir de Jueves Santo, ya no se tocaban las campanas, en señal de duelo por la muerte de Jesús y sonaban las carracas. Un bastidor rectangular de madera de pino o mejor de chopo, con una larga lengüeta que rebota en la superficie dentada de un cilindro que se le hace girar por su eje solidario, al blandir el instrumento, cogido por la mano, circularmente en el aire. Las hacía pequeñas, normales y enormes, estas últimas, eran las reglamentarias para el rito litúrgico. Qué estruendo, sobre todo en los lugares con eco. Cómo disfruta un chiquillo metiendo bulla y haciendo ruido. Pues bien, el Pórtico de la Gloria del Maestro Mateo, tiene dos torres laterales, la de las Campanas y LA CARRACA, y cuentan que estando acuartelados los franceses en la Plaza de Platerías, cuando oyeron el escándalo del toque de las CARRACAS, salieron los "gabach..." en raja, porque creyeron que venían miles de campesinos armados de horcas, azadones y guadañas a por ellos. Feliz Semana Santa para todos. Gabriel."
No sé si por Alconchel debe quedar alguna Carraca, aunque creo que en la Iglesia debe quedar alguna, y no poco antigua. Madre mía que escandalera formaban los monaguillos con la Carraca cuando, en el momento de la Consagración, en vez de levantar la casulla del sacerdote y tocar la campanilla, tocaban la Carraca... Se debía oír el Craccacac, Catacracaccaac hasta en el Cerro de la Virgen, y es que como sólo la tocaban una vez al año, pues.... ¡Se aprovechaban!
Saludos para los monagos de entonces y de ahora.
Saludos para los monagos de entonces y de ahora.