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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: ... Emplazamiento, suelo y plantación...

Buenas tardes para todos.

Ya escribimos hace tiempo algunas cosas sobre las rosas y los rosales. Como hasta finales de marzo tenemos tiempo para podarlos, aquí os dejo algunas cosillas por si os animáis a sanear los vuestros.

Los rosales se cuentan entre las leñosas más cultivadas en jardines y terrazas. Pueden usarse aislados, en arrietes, borduras y macizos de una misma variedad o combinando varias entre sí, también asociados a otros grupos de arbustos, formando setos, cubriendo terrazas, muros, pilares, pérgolas, etc. Admiten perfectamente el cultivo en maceta o jardineras, e incluso hay variedades para interior.

La gama de colores es muy extensa, desde el blanco inmaculado al púrpura intenso, pasando por todos los matices y combinaciones. Cada año se buscan nuevas variedades que se presentan en concursos.

Por lo general las rosas se usan mucho para flor cortada, pero hay variedades que se prestan mejor que otras, y se cultivan en grandes invernaderos.

No se conoce con exactitud el número de especies originales de rosales, aunque oscila alrededor del centenar. Muchas de estas especies se han hibridado de forma espontánea. Gracias a la intervención humana se han producido alrededor de 2.500 clases, por medio de selecciones y cruzamiento de especies tipo, híbridos, variedades, etc.

Según la forma los rosales se pueden clasificar:

Rosales miniatura: son ejemplares enanos de follaje espeso, que no suelen sobrepasar los 15 centímetros de altura. Las flores son proporcionalmente grandes.

Rosales polianta: conocidos como rosales " geranio". Alcanzan hasta 40 centímetros y producen por lo general flores pequeñas.

Rosales floribundos: se confunden con los polianta, aunque estos son más altos, alcanzan los 80 centímetros y la flor es mayor, aunque con pocos pétalos. Es un cruce entre los rosales polianta con los híbridos del té. Los botánicos no aceptan la denominación " floribunda" que se impuso con criterios comerciales.

Rosales híbridos de té: proceden del cruce entre Rosa índica con variedades europeas. En este tipo de rosales destaca la longitud de los pétalos centrales y el gran tamaño de la flor. Se les denominó " de té", porque el aroma recuerda a la infusión.

Rosales de pie alto o arbolito: constan de un portainjerto en forma de tronco, cuyo extremo superior está injertado varias veces para formar una copa redondeada y erecta, donde se producen el follaje y las flores. El portainjertos suele ser Rosa canina o híbrido Manetti, de gran resistencia. Alcanza 1,50 metros.

Rosales llorones: presentan forma de arbolito también, pero el injerto procede de especies trepadoras, como Rosa wichuraiana. La copa es caediza y alcanza 1,60 metros de altura.

Rosales trepadores y sarmentosos: los trepadores son de tallos algo débiles y a veces, sin espinas. Los sarmentosos tienen el tallo más vigoroso y muy erizado de espinas....

... Emplazamiento, suelo y plantación

Todos los rosales refieren las exposiciones a pleno sol y los lugares aireados.

Se adaptan practicamente a todos los suelos, aunque es preferible que la zona elegida sea de tierra rica, suelta y que tenga un buen drenaje.

Para los que se colocan en macetas la mezcla más adecuada será:

- 1/3 de turba, brezo o mantillo

- 1/3 de arena lavada

- 1/3 de buena tierra de jardín

- Parte proporcional de abono para rosales

Las macetas deben estar bien limpias, si han sido usadas para otras plantas conviene lavarlas con agua jabonosa y un cepillo para eliminar los posibles microbios e insectos parásitos que pueda contener.

Asegurar un buen drenaje del recipiente, para ello colocar en la parte inferior una capa de 2 centímetros de piedrecitas o grava, y colocar sobre el orificio de salida un trozo de tiesto roto, para que el agua sobrante pueda salir y la tierra no se desplaze y obsture el orificio.

Rellenarlas hasta 2 centímetros del borde con la mezcla de tierra indicada.

Si se plantan en terreno directamente, eliminar las malas hierbas, cavar un hoyo de 30 x 30 para los rosales tipo matorral y 50 x 50 para los arbustivos o trepadores.

Si el terreno requiere una aportación de estiércol, hay que evitar que éste entre en contacto directo con las raíces, por lo que se echará al fondo del hoyo mezclándolo con la tierra. El estiércol deberá ser viejo, muy descompuesto, como si fuera tierra negra. Si es estiércol fresco quemaría las raíces.

La mejor época para plantar se extiende desde octubre hasta finales de marzo, para los rosales a raíz desnuda y en cepellón.

Durante todo el año para los rosales en maceta, salvo en la época de plena floración o de heladas.

La distancia entre plantones será:

- 30/40 centímetros para los rosales tipo matorral

- 50 centímetros para los rosales arbustivos

- 80 centímetros para los rosales cubresuelos

En los rosales a raíz desnuda, se deben cortar las ramas a 15/20 centímetros del injerto. Cortar 1/3 de las raíces y las raíces dañadas. Suministrar un enraizante a la planta para favorecen el desarrollo de las raíces y el arranque rápido de la vegetación. Existen sustratos que incorporan estas sustancias.

En los rosales en maceta se debe sumergir la planta en un cubo de agua sin quitar la maceta. Después retirar el tiesto antes de colocar la planta en el hoyo.

En los rosales en cepellón, no se deben mojar las raíces y hay que plantarlos con la redecilla que rodea el cepellón. Llenar el hoyo con un sustrato adecuado y apisonar, sin compactar en exceso, para evitar bolsas de aire y conseguir un mejor anclaje de la planta, lo que proporciona una mayor resistencia al viento. Realizar un alcorque alrededor de la planta, para retener el agua y mantener la tierra húmeda. No enterrar el punto de injerto...