... Propagación por injerto
Para proceder a injertar rosales necesitamos una navaja afilada, cordel de rafia y algo de cera de abeja especial para injertos. Debemos conseguir pies de rosal silvestre y plantarlos en octubre-noviembre, para que en julio estén listos. El injerto más fácil para rosales es el escudete, aunque una vez lo tengamos dominado podemos intentar el de aproximación, de yema o a la inglesa.
Para realizar un injerto de escudete: se escoge en la corteza del portainjertos que habíamos plantado una zona lisa y sana. Se realiza un corte de arriba hacia abajo de unos 4-5 centímetros En la parte superior de ésta se realiza otro corte de 2-3 centímetros quedando como una especie de " T", así al desprender la cortezaquedará comoun ojal sobre el que introduciremos el injerto. El injerto deberemos obtenerlo de las yemas más vigorosas y sanas del ejemplar elegido. Para extraerla se practican 2 cortes transversales, uno arriba y otro abajo y con un centímetro de separación. La yemita se separa tirando con mucho cuidado, y no debe quedar ningún resto de corteza. Se introduce en el ojal del portainjerto y se ata suavemente, hasta que se observe una nueva brotadura. En febrero-marzo se deberá podar el rosal por encima de la yema injertadapara facilitar su desarrollo. Hasta que pasan un par de estaciones no se puede apreciar bien los resultados y puede que aún así el resultado no sea positivo, en cuyo caso tendremos que repetirlo las veces que sea necesario, porque la planta no sufre mucho con esta operación...
Para proceder a injertar rosales necesitamos una navaja afilada, cordel de rafia y algo de cera de abeja especial para injertos. Debemos conseguir pies de rosal silvestre y plantarlos en octubre-noviembre, para que en julio estén listos. El injerto más fácil para rosales es el escudete, aunque una vez lo tengamos dominado podemos intentar el de aproximación, de yema o a la inglesa.
Para realizar un injerto de escudete: se escoge en la corteza del portainjertos que habíamos plantado una zona lisa y sana. Se realiza un corte de arriba hacia abajo de unos 4-5 centímetros En la parte superior de ésta se realiza otro corte de 2-3 centímetros quedando como una especie de " T", así al desprender la cortezaquedará comoun ojal sobre el que introduciremos el injerto. El injerto deberemos obtenerlo de las yemas más vigorosas y sanas del ejemplar elegido. Para extraerla se practican 2 cortes transversales, uno arriba y otro abajo y con un centímetro de separación. La yemita se separa tirando con mucho cuidado, y no debe quedar ningún resto de corteza. Se introduce en el ojal del portainjerto y se ata suavemente, hasta que se observe una nueva brotadura. En febrero-marzo se deberá podar el rosal por encima de la yema injertadapara facilitar su desarrollo. Hasta que pasan un par de estaciones no se puede apreciar bien los resultados y puede que aún así el resultado no sea positivo, en cuyo caso tendremos que repetirlo las veces que sea necesario, porque la planta no sufre mucho con esta operación...