Allá por los años 30, antes de la Guerra Civil, los agricultores conquenses que lo desearan, o mejor dicho, los que tuviesen "pesetillas", podían ir a comprar maquinaría agrícola de todas clases, a la Agencia Esclusiva con depósito en la provincia de Cuenca: F. Muelas Pérez. C/ Doctor Galíndez, 22 -CUENCA-
Allí se podían encontrar TRACTORES "FIAT" Tipo 30-hp a gasoil.
TRILLADORAS AUTOMÁTICAS "MERCEDES". Patente número 96.349. La más perfecta a gran rendimiento, para toda clase de cereales y leguminosas; la más completa, con elevador de mies desde el suelo, alimentación automática, elevador de grano a canjilones, dos limpiezas de grano y cuerpo para el triturado, suavizado, cribado y aventado de la paja, a la salida del machacador.
También se podían comprar molinos trituradores de grano, trillos radiales únicos en el mercado, aventadoras que efectuaban de una sola pasada la limpieza total del grano, empacadoras rotativas, etc.
Contaban en esta tienda de gran stock de piezas de recambio y se podía solicitar catálogos, precios y condiciones.
Para ver la exposición de todos estos "aperos" de labranza se tenía que ir a Madrid, a las calles Prado, 27 y Santa Catalina, 5 -HIJO DE MIGUEL MATEO-.
¡Madre mía! Si lo pensamos bien, qué pocos agricultores tenían medios en aquellos años para comprar aquella extraordinaria maquinaria que les hubiese quitado tanto y tanto trabajo... Entonces la mayoría de los agricultores de nuestros pueblos, no sólo no disponían de dinero, sino que muy pocos se salvaban de ser analfabetos, o sea que, ni siquiera podían leer los folletos de información...
¡Suerte para todos, qué aquéllos años pasaron a la historia!
Allí se podían encontrar TRACTORES "FIAT" Tipo 30-hp a gasoil.
TRILLADORAS AUTOMÁTICAS "MERCEDES". Patente número 96.349. La más perfecta a gran rendimiento, para toda clase de cereales y leguminosas; la más completa, con elevador de mies desde el suelo, alimentación automática, elevador de grano a canjilones, dos limpiezas de grano y cuerpo para el triturado, suavizado, cribado y aventado de la paja, a la salida del machacador.
También se podían comprar molinos trituradores de grano, trillos radiales únicos en el mercado, aventadoras que efectuaban de una sola pasada la limpieza total del grano, empacadoras rotativas, etc.
Contaban en esta tienda de gran stock de piezas de recambio y se podía solicitar catálogos, precios y condiciones.
Para ver la exposición de todos estos "aperos" de labranza se tenía que ir a Madrid, a las calles Prado, 27 y Santa Catalina, 5 -HIJO DE MIGUEL MATEO-.
¡Madre mía! Si lo pensamos bien, qué pocos agricultores tenían medios en aquellos años para comprar aquella extraordinaria maquinaria que les hubiese quitado tanto y tanto trabajo... Entonces la mayoría de los agricultores de nuestros pueblos, no sólo no disponían de dinero, sino que muy pocos se salvaban de ser analfabetos, o sea que, ni siquiera podían leer los folletos de información...
¡Suerte para todos, qué aquéllos años pasaron a la historia!