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Bajo esta foto donde escribió Conchi voy a escribir algo más sobre EL GIRASOL.
Hace ya muchos años, concretamente en los finales del S. XIX ya se decía que las plantaciones del Girasol, planta originaria del Perú, tenían un gran poder de desinfección. Se decía también que además de su inapreciable bien de purificación de la atmósfera, era un alimento inmejorable para el hombre y para todos los animales.
Se sabe que del resíduo de la semilla (Pipa), una vez extraído el aceite, se forma una harina que mezclada con la de trigo a partes iguales, se prepara un pan riquísimo y unas galletas sanas y nutritivas.
Según se decía entonces, las hojas de los Mirasoles constituyen un excelente alimento para las aves, caballos, y carneros; las carnes de los animales que se alimentan con éllas, mejoran en gusto, y le dan suavidad, sabor y olor aromático.
El tronco o resíduos de la planta en aquellos años, y supongo que también en la actualidad, era un excelente abono para el terreno, produciendo húmus, el más apropiado para la vegetación. También se comprobó hasta la evidencia que plantando el girasol en gran cantidad en los lugares malsanos, desaparecían por completo las emanaciones nocivas y los miasmas palúdicos y se saneaban admirablemente dichos lugares y sus cercanías.
Un beso... y después de esto... ¡QUERÉIS PIPASSSSSSSSS!
Hace ya muchos años, concretamente en los finales del S. XIX ya se decía que las plantaciones del Girasol, planta originaria del Perú, tenían un gran poder de desinfección. Se decía también que además de su inapreciable bien de purificación de la atmósfera, era un alimento inmejorable para el hombre y para todos los animales.
Se sabe que del resíduo de la semilla (Pipa), una vez extraído el aceite, se forma una harina que mezclada con la de trigo a partes iguales, se prepara un pan riquísimo y unas galletas sanas y nutritivas.
Según se decía entonces, las hojas de los Mirasoles constituyen un excelente alimento para las aves, caballos, y carneros; las carnes de los animales que se alimentan con éllas, mejoran en gusto, y le dan suavidad, sabor y olor aromático.
El tronco o resíduos de la planta en aquellos años, y supongo que también en la actualidad, era un excelente abono para el terreno, produciendo húmus, el más apropiado para la vegetación. También se comprobó hasta la evidencia que plantando el girasol en gran cantidad en los lugares malsanos, desaparecían por completo las emanaciones nocivas y los miasmas palúdicos y se saneaban admirablemente dichos lugares y sus cercanías.
Un beso... y después de esto... ¡QUERÉIS PIPASSSSSSSSS!