ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Hay qué ver qué repelús me daba a mí, -de esto hace...

Hay qué ver qué repelús me daba a mí, -de esto hace muchos años- cuando veía saltar una rana en el reguero, o cuando oía el ruído que hacían los topos al esconderse entre los juncos del riachuelo. De estos último no ví nunca ninguno, se ve que eran mucho más rápidos en esconderse que yo en mirar.

El repelús que me daba cuando veía una rana, se multiplicaba cuando veía un sapo o escuerzo, sumándosele el asco que me producía. Todo esto, como ya he dicho antes, ocurría hace muchos años. Con el tiempo todo eso pasó y es que con el tiempo aprendí, que al escuerzo, por ejemplo, con su cuerpo orbicular, verrugoso, asqueroso, y su silbar monótono y desagradable, es imposible negarle la mucha e incomparable utilidad que presta a los horticultores destryendo insectos y principalmente hormigas.

Es un error infundado de que es venenoso, y es innegable que conviene bajo todos los conceptos en huertas y jardines, donde sin gustar de ser visto, paga con creces la hospitalidad que en ellos se les da.

Bueno pues he comenzado a escribir con una "orilla mala", y ya está lloviendo en Barcelona; en Alconchel, después de un buen chaparrón es cuando solíamos ver en la calle algún escuerzo que otro, aunque ahora, "el cuerpo me da" que ya no se ven tanto como antes.