ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: ......

...
El yerro que el otro hizo no me cause ningún mal;
tened a bien que yo os hable allí, bajo aquel portal,
que los que andan por la calle no nos vean aquí hablar
y lo que os iba diciendo allí podremos tratar."

Paso a paso doña Endrina del portal está a la entrada,
muy lozana y orgullosa, muy tranquila y sosegada,
los ojos bajó hacia tierra, en el poyo ya sentada.
Yo volví a la exposición que tenía comenzada:

"Escúcheme, señora, la vuestra cortesía:
un poquillo os diré de aquesta muerte mía;
vos pensáis que yo os hablo con engaño y falsía,
y ya no sé qué hacer contra vuestra porfía...

...
A Dios Juro, señora, por toda aquesta tierra,
que cuanto yo os he dicho es la verdad: no yerra;
y vos estáis más fría que nieve de la sierra
y vuestra juventud es cosa que me aterra.

Me he aventurado a hablar con vuestra mocedad,
¿Y pensaréis que os hablo lisonja y vanidad?
no os puedo comprender por vuestra chica edad:
¿Preferís la pelota a la fidelidad?

Y aunque sea mejor para tomar placer
la edad de la juventud, por bien se ha de tener
la vejez, pues los años hacen más conocer,
y el gran tiempo las cosas mejor hace entender...

... Todas las cosas hace la experiencia entender,
la práctica y el arte muestran todo el saber,
sin práctica y sin arte se llega a perecer;
tratándose, los hombres se pueden conocer.

¡Id y venid para hablarme otro día, por mesura!
puesto que hoy no me creéis o no tengo esa ventura;
id y venid para hablarme, -mujer de creencia dura!-,
pues, escuchando mi pena, comprenderéis mi amargura.

Otorgadme, mi señora, esta cosa, buenamente,
que vos vengáis otro día, para hablarme, solamente;
yo en lo hablado pensaré y en vuestro amor realmente,
nada más pienso decir y vos venid, ciertamente...

...

Conversando se conocen los más de los corazones:
yo escucharé de vos algo, y vos oiréis mis razones;
id y venid para hablarme, que mujeres y varones
por palabras se conocen en todas las ocasiones.

Aunque el hombre no la coma ni comience la manzana,
es su color y su vista alegría palaciana;
la vista y conversación de una dueña muy lozana
para el hombre es gran consuelo y satisfacción muy sana."

Esto dijo doña Endrina, mujer digna de alabar:
"Es honra, más no deshonra, cuerdamente conversar;
las dueñas y las mujeresdeben su respuesta dar
a cualquiera que les hable o con ellas quiera hablar...
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
...
En cuanto a esto, lo otorgo a vos o a otro cualquiera:
hablad vos, salva mi honra, cuanto yo hablaros quisiera;
pero palabras en burla os diré, si las oyera,
y no os consentire´engaño, siempre que lo descubriera.

Estar sola con vos solo, esto yo nunca lo haría;
no debe la mujer sola estar en tal compañía:
de ello nace mala fama y mi deshonra sería;
con testigos que nos vean os he de hablar algún día."

"Señora, por el favor que ahora vos prometéis,
yo no sé gracias que valgan tanto como merecéis;
y a la concesión que ahora de palabra vos me hacéis
nada se puede igualar de lo que de mí obtendréis.

Aunque yo confío en Dios que algún buen tiempo vendrá
que cuál es el buen amigo por abras se probará:
no me atrevo a hablaros más, pues temo que os pesará."
Ella dijo: "Pues decidlo, y veré qué tal será".... ... (ver texto completo)