Uno de los juegos a los que no jugué, como seguro que sí hizo Estrella, porque me adelanté en el tiempo, fue el de La Goma. Cuando llegó "la moda" de este juego a mí me cogió ya ennoviada así que.. se terminaron los juegos.
Sí ví, muchas veces, jugar a alguna de mis hermanas, y a otras chicas del pueblo a este juego, así que para poderlo describir mejor me he ido al Sr. Google y allí lo encontré descrito por las niñas de un colegio.
"El juego de la goma es uno de nuestros preferidos porque es divertido y es fácil. Se puede jugar con cualquier edad tanto pequeños como grandes. Sólo necesitas una goma y en mi colegio casi todos los niños la tienen.
La goma es muy fácil de llevar, no pesa nada y la puedes llevar en el bolsillo porque ocupa muy poco, por eso puedes jugar en cualquier sitio: en el patio, en la calle, en la plaza, incluso cuando vas de excursión, como en la foto de abajo que estamos en un bosque por el que pasa una calzada romana.
Cuando hay tres jugadores/as se juega por individual; dos sujetan la goma y la tercera salta hasta que se equivoca; entonces se intercambia por una de las que sujetan la goma.
También se puede jugar por grupos o parejas. Es necesario que dos sujeten la goma, pero si estás sólo tampoco hay problema, pones la goma entre dos sillas y ¡a jugar!
Hay muchas modalidades: primeritas, segunditas y terceritas de cascanueces, patinar, cleo-teté, pinocho, pi, telaraña... Todas ellas son de destreza y habilidad fisíca."
Como decían estas niñas, se cantaban diferentes canciones y entre éllas aquella donde se iban diciendo los nombres de La familia Telerín.
¿Os acordáis de aquella familia que se hizo tan famosa a mediados de los años sesenta? ¡Si hombre, aquello de "Vamos a la cama, que hay que descansar para que mañana podamos madrugar"! Era la música que nos anunciaba que era la hora de acabar la programación infantil y al mismo tiempo la hora de que los padres nos dijeran que ya había llegado el momento de acostarse los más pequeños. La hora era las ocho y media en invierno y las nueve en verano. Unas horas más tarde se podía ver "Despedida y cierre" y "El alma se serena" ¡Qué forma más bonita de terminar la programación, ¿No?
La familia Telerín estaba compuesta por Cleo, Teté, Maripí, Pelusín, Coletas y Cuquín. Les pudimos ver durante bastantes años; primero en blanco y negro y más tarde en color.
Bueno pues ya sabemos Castilleja y yo a qué juego vamos a jugar cuando volvamos de "vacaciones SemanaSanteras": esas niñas que lo describen me convencieron de que se puede jugar a cualquier edad, pero sin trampas, ¿Eh?.
Besos desde Barcelona. Milagros
Sí ví, muchas veces, jugar a alguna de mis hermanas, y a otras chicas del pueblo a este juego, así que para poderlo describir mejor me he ido al Sr. Google y allí lo encontré descrito por las niñas de un colegio.
"El juego de la goma es uno de nuestros preferidos porque es divertido y es fácil. Se puede jugar con cualquier edad tanto pequeños como grandes. Sólo necesitas una goma y en mi colegio casi todos los niños la tienen.
La goma es muy fácil de llevar, no pesa nada y la puedes llevar en el bolsillo porque ocupa muy poco, por eso puedes jugar en cualquier sitio: en el patio, en la calle, en la plaza, incluso cuando vas de excursión, como en la foto de abajo que estamos en un bosque por el que pasa una calzada romana.
Cuando hay tres jugadores/as se juega por individual; dos sujetan la goma y la tercera salta hasta que se equivoca; entonces se intercambia por una de las que sujetan la goma.
También se puede jugar por grupos o parejas. Es necesario que dos sujeten la goma, pero si estás sólo tampoco hay problema, pones la goma entre dos sillas y ¡a jugar!
Hay muchas modalidades: primeritas, segunditas y terceritas de cascanueces, patinar, cleo-teté, pinocho, pi, telaraña... Todas ellas son de destreza y habilidad fisíca."
Como decían estas niñas, se cantaban diferentes canciones y entre éllas aquella donde se iban diciendo los nombres de La familia Telerín.
¿Os acordáis de aquella familia que se hizo tan famosa a mediados de los años sesenta? ¡Si hombre, aquello de "Vamos a la cama, que hay que descansar para que mañana podamos madrugar"! Era la música que nos anunciaba que era la hora de acabar la programación infantil y al mismo tiempo la hora de que los padres nos dijeran que ya había llegado el momento de acostarse los más pequeños. La hora era las ocho y media en invierno y las nueve en verano. Unas horas más tarde se podía ver "Despedida y cierre" y "El alma se serena" ¡Qué forma más bonita de terminar la programación, ¿No?
La familia Telerín estaba compuesta por Cleo, Teté, Maripí, Pelusín, Coletas y Cuquín. Les pudimos ver durante bastantes años; primero en blanco y negro y más tarde en color.
Bueno pues ya sabemos Castilleja y yo a qué juego vamos a jugar cuando volvamos de "vacaciones SemanaSanteras": esas niñas que lo describen me convencieron de que se puede jugar a cualquier edad, pero sin trampas, ¿Eh?.
Besos desde Barcelona. Milagros