ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Toma pues claro que me hacía andadores y me lo pasaba...

Lo mejor para tomar la leche condensada era: abrir dos agujeros en la tapa, sorber por uno de ellos y de esta forma no te cortabas, ni tampoco caian chorretones por el bote. Yo dejaba los botes limpios como el jaspe.

Jajajajajaa. Ya no me acordaba de los dos agujeros en la tapa; y mira que se sacaba más leche sorbiendo que metiendo el dedo... Ahora también recuerdo que para que la leche saliese más deprisa, y las amigas no tuviesen que esperar tanto mientras preparabas el Cola-Cao, le soplabas por un agujero y salía la leche... ca... do leches.

Madre mía, y para nosotros eran cosas tan naturales que las hacíamos instintivamente, sin pensarlo dos veces, por eso a veces te cortabas...

Begoña, ¿tú no utilizabas después los botes, para hacerte unos andadores pasando un ataero por los agujeros? Yo sí. Jajajaja... y algún pie me torcí.

Toma pues claro que me hacía andadores y me lo pasaba de miedo, incluso me los hacía con botes grandes de los de tomate y eso si que era la bomba y no veas más que andar corríamos, lo pasabamos chachi y teníamos mucha imaginación, necesitabamos poco para pasarlo bien. Besitos Begoña
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Yo no llegué hasta los botes de cinco kilos. Era muy enclenca y me hubiese podido romper la cabeza y las dos piernas, pero sí los llegué a utilizar -sobre todo con mi prima Lidia de Rada-, para hacer unas baterías que te podías morir del ruido que hacíamos en el porche de mi casa cuanto tocábamos las canciones modernas, que aunque no fuese Rock ni Twist, -desconocido entonces para nosotras aunque ya existiese- sonaban de maravilla para hacer coger un dolor de cabeza.
Me ha hecho gracia lo de los ... (ver texto completo)