Yo creo que lo más seguro es que no nos importase un pimiento ¿Para qué? De momento teníamos las "husmerías" en casa de José ó de Francisco, es decir de Nebote y Panchute que esos eran sus motes; sólo nos hacía falta ir con una peseta y nos llenaban un cucurucho de lagrimillas. Los conocimientos del significado de las otras acepciones ya las conoceríamos con el tiempo, pero poco a poco, no fuese que de tanto estudiar nos volviésemos locos como decían que le había pasado al Sr. Quijano. Jejejeje