El Mesolítico
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La pintura levantina
La pintura levantina se caracteriza por el esquematismo y resulta fundamental la aparición de la figura humana y el movimiento. Por lo general se realizó en...
El Mesolítico se conoce como un período de transición entre el Paleolítico superior y el Neolítico. Fue una época de retirada glaciar, lo que supuso la liberación de grandes espacios y el avance del bosque hacia el norte. La fauna y la flora cambiaron considerablemente; muchos de los grandes mamíferos, como el mamut, que habían sido el objetivo principal de las poblaciones de cazadores, se extinguieron, por lo que el hombre se vio obligado a cambiar sus costumbres y a adaptarse a los nuevos espacios conquistados tras la retirada de los hielos. La población en Europa occidental aumentó en este período y lo mismo ocurrió en la península Ibérica. El Mesolítico se caracterizó fundamentalmente por el declinar de la caza, a favor de la pesca y los recursos marítimos, así como de la recolección. Se produjo, además, una regionalización de la cultura. En la península Ibérica son tres las regiones que mejor reflejan las manifestaciones culturales del período: la cornisa cantábrica, el litoral mediterráneo y la fachada atlántica.
Culturalmente, el hombre del Mesolítico ya presentaba estructuras funerarias más definidas, como se pone de manifiesto en la cueva de los Azules, en Asturias, donde se ha hallado el enterramiento de un individuo masculino de gran robustez acompañado de objetos personales que los expertos han interpretado como una ofrenda ritual.
Durante esta época, además, se desarrolló un nuevo tipo de arte rupestre, realizado en abrigos al aire libre, que se extiende desde Lleida (Cogul) hasta el sur de Albacete (Alpera, Minateda), y presenta bellísimos ejemplos en toda la zona levantina.
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La pintura levantina
La pintura levantina se caracteriza por el esquematismo y resulta fundamental la aparición de la figura humana y el movimiento. Por lo general se realizó en...
El Mesolítico se conoce como un período de transición entre el Paleolítico superior y el Neolítico. Fue una época de retirada glaciar, lo que supuso la liberación de grandes espacios y el avance del bosque hacia el norte. La fauna y la flora cambiaron considerablemente; muchos de los grandes mamíferos, como el mamut, que habían sido el objetivo principal de las poblaciones de cazadores, se extinguieron, por lo que el hombre se vio obligado a cambiar sus costumbres y a adaptarse a los nuevos espacios conquistados tras la retirada de los hielos. La población en Europa occidental aumentó en este período y lo mismo ocurrió en la península Ibérica. El Mesolítico se caracterizó fundamentalmente por el declinar de la caza, a favor de la pesca y los recursos marítimos, así como de la recolección. Se produjo, además, una regionalización de la cultura. En la península Ibérica son tres las regiones que mejor reflejan las manifestaciones culturales del período: la cornisa cantábrica, el litoral mediterráneo y la fachada atlántica.
Culturalmente, el hombre del Mesolítico ya presentaba estructuras funerarias más definidas, como se pone de manifiesto en la cueva de los Azules, en Asturias, donde se ha hallado el enterramiento de un individuo masculino de gran robustez acompañado de objetos personales que los expertos han interpretado como una ofrenda ritual.
Durante esta época, además, se desarrolló un nuevo tipo de arte rupestre, realizado en abrigos al aire libre, que se extiende desde Lleida (Cogul) hasta el sur de Albacete (Alpera, Minateda), y presenta bellísimos ejemplos en toda la zona levantina.