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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Anverso y reverso de una moneda romana...

Anverso y reverso de una moneda romana

El intercambio de mercancías aseguraba una circulación que los romanos se encargaron de estimular a través de la extensión de la economía monetaria y la creación de una red de comunicaciones.

El denario romano y sus divisiones en moneda de cobre se convirtieron en la unidad monetaria. Conforme la conquista romana había ido avanzando, aumentó también el número de ciudades hispanas que acuñaban moneda. Desde mediados del siglo I d. C., la acuñación municipal de moneda desapareció y, como símbolo de la universalidad del imperio, la competencia de crear moneda quedó en manos del Estado romano.

Los romanos, además, mejoraron las rutas existentes convirtiendo muchas de ellas en calzadas. Las pavimentaron, lo que las hizo aptas para el tráfico de carretas, y construyeron numerosos puentes. Algunos de estos, como el de Alcántara, muestran todavía hoy la capacidad de los romanos para superar los obstáculos de la naturaleza en el trazado de las calzadas.

Con objetivos comerciales, militares y administrativos, la red de comunicaciones se propuso no solo relacionar las regiones de Hispania sino también empalmar aquellas con la Galia, por vía terrestre, y con Italia, por vía marítima. En conjunto, la red creada por los romanos constituyó desde entonces la estructura básica de las comunicaciones en España.

Los itinerarios fundamentales fueron tres: la vía Augusta, que recorría toda la costa mediterránea; la via platea o gran calzada, después llamada vía de la Plata, que atravesaba la Península de norte a sur entre Astorga y Mérida y Sevilla; y la vía de Astorga a Burdeos, sobre la cual, desde el siglo X, se configuró el Camino de Santiago.