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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Desarrollo cultural...

Desarrollo cultural
La romanización de Hispania varió de unas regiones a otras y con ella el desarrollo cultural. Las grandes figuras hispanorromanas procedían de la Baetica y pertenecían a la clase senatorial. Es el caso de la familia cordobesa de los Séneca, que aportó el genio universal de Lucio Anneo y el de su sobrino Lucano. El primero, filósofo estoico, y el segundo, gran poeta épico, autor de la Farsalia, donde relata las guerras entre César y Pompeyo.

En la Tarraconensis también nacieron figuras de primer orden. Marcial, natural de Bílbilis (Calatayud), enjuició a la sociedad en sus Epigramas. Quintiliano, nacido en Calagurris (Calahorra), dejó en sus Institutiones oratoriae una pieza maestra para la formación del orador.

La romanización supuso la adopción de muchos elementos de la cultura romana y, lo que es más importante, de muchos elementos que han pervivido en gran medida hasta nuestros días. Esos elementos son fundamentalmente tres: el latín, el derecho romano y la religión cristiana.

El latín

El triunfo del latín supuso la desaparición de las lenguas prerromanas, de las que solo subsistió el vascuence. El latín, que era lengua a la vez oficial y privada, sirvió de vehículo de expresión de las creaciones de los intelectuales hispanos, como el filósofo Séneca, y constituyó el sustrato de los idiomas romances (castellano, gallego, catalán) que se formaron entre los siglos VII y XII.

El derecho romano

Además de regular la convivencia de una sociedad más compleja que las indígenas, el derecho romano constituyó el instrumento que simbolizaba las relaciones de tipo público entre los habitantes del imperio y el Estado. Este derecho romano, solo en parte modificado durante la Edad Media, es todavía hoy una base sustancial de nuestro ordenamiento jurídico.