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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Los imperios norteafricanos...

Los imperios norteafricanos

Monumento a Maimónides (Córdoba)
Los almorávides

El terror ante el avance de los reinos cristianos obligó a los andalusíes a pedir ayuda al imperio berebere de los almorávides. Estos constituían un movimiento de renovación rigorista del islam impuesto entre las tribus bereberes de Marruecos y habían creado un poder político con capital en Marrakesh. La llamada de los musulmanes españoles les proporcionó la excusa perfecta para desembarcar en la Península y eliminar los reinos de taifas.

Hacia 1110, el imperio almorávide se extendía desde los ríos Senegal y Níger, en África, hasta el valle del Ebro, en la península Ibérica. La supresión del régimen de parias alivió los impuestos y el control de las rutas del oro transahariano revitalizó la economía andalusí.

El éxito almorávide, sin embargo, fue efímero. En 1118 no consiguieron evitar la caída de Zaragoza en manos cristianas, y a partir de 1125 comenzaron a crecer los problemas y los enemigos.

Por un lado, en el norte de África, el movimiento almohade combatió a los almorávides. En la península Ibérica, Alfonso I el Batallador, rey de Aragón, los eliminó de buena parte del valle del Ebro, capitaneó una expedición contra Andalucía y se llevó a su reino a muchos mozárabes. Pero además, los propios andalusíes se rebelaron contra un régimen que había impuesto una severa restricción en las manifestaciones culturales, perseguía a los judíos y volvía a imponer duros tributos.

El descontento interior, animado por las presiones exteriores, estalló entre 1144 y 1145 y el Al Andalus almorávide se desintegró en nuevos reinos de taifas.

Los almohades

Tras la decadencia de los almorávides, los almohades los sustituyeron. Los almohades reunificaron Al Andalus y lanzaron una gran ofensiva contra los reinos cristianos. Querían reemplazar el formalismo intolerante almorávide por expresiones más personales de la religión. Durante su gobierno Al Andalus se recuperó, como demuestran hoy la Torre del Oro y la Giralda de Sevilla, capital de la España almohade, y la obra de los dos filósofos hispanos más notables de la Edad Media: el musulmán Averroes y el judío Maimónides.

Solo la unión militar de todos los reinos cristianos permitió frenar a los almohades en la batalla de las Navas de Tolosa (1212). Tras ella, el imperio almohade se desintegró.

La presencia de los almorávides y los almohades comportó cambios profundos en Al Andalus. Estos pueblos eran menos tolerantes y su objetivo era la imposición del islam, si bien entendido de formas distintas.