Luz ahora 0,08317 €/kWh

ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: La sociedad hispanocristiana...

La sociedad hispanocristiana
La composición social de los núcleos de resistencia al islam se parecía a la de otros territorios del occidente europeo. La disminución de los núcleos urbanos y la casi desaparición del comercio y la artesanía habían simplificado la estructura social. Tres grupos integraban esta: las aristocracias, los campesinos y los esclavos.

Bases de la aristocracia

La aristocracia basaba su fuerza en el parentesco, el patrimonio y la delegación de funciones de gobierno y administración por parte de los reyes.

Desde el punto de vista del parentesco, a mayor número de parientes y con una línea de consanguinidad más antigua, mayor fuerza. El patrimonio lo formaban propiedades rústicas, generalmente, pequeñas o medianas, muchas veces dependientes de un pequeño monasterio familiar, dispersas en una o varias comarcas. Y respecto a la delegación de funciones de gobierno y administración, con frecuencia el propietario más rico de una región era, a la vez, el gobernador de la misma.

Campesinos y colonos

Los campesinos libres constituían la mayor parte de la población. Muchos eran pequeños propietarios con unas pocas parcelas de tamaño reducido dedicadas al cereal, el viñedo, el lino o la huerta y unas pocas cabezas de ganado ovino. Sus posesiones las habían heredado de sus mayores o las habían adquirido en el valle del Duero o en la zona catalana, mediante el derecho de apropiarse de una tierra por el hecho de ocuparla y ponerla en explotación.

Otros campesinos, aun siendo libres, eran colonos o renteros empleados en las tierras de la aristocracia, a la que entregaban parte de la cosecha como renta.

Unos y otros campesinos podían vivir aislados en sus caseríos o residían en aldeas. Dentro de estas, la comunidad, representada en el concejo por todos sus miembros o, al menos, por los cabezas de familia, tomaba decisiones sobre aguas, pastos, montes o construcción de molinos y de iglesias.

La esclavitud

Los esclavos constituían una parte mínima de la población, mayor en Galicia que en otras áreas. Eran, sobre todo, producto de las expediciones contra los musulmanes, aunque también había quienes se convertían en esclavos para pagar deudas o quienes lo eran por descender de padres esclavos. Trabajaban los campos de sus amos pero, especialmente, ejercían labores domésticas. De esclavos, se fueron convirtiendo en siervos, dotados de algunos derechos, como poseer familia y tierras.