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La economía
La economía de los reinos cristianos era, fundamentalmente, agraria y de subsistencia, es decir, una economía familiar. A fines del siglo X, y sobre todo en Cataluña, se desarrolló un tipo de economía señorial, basada en las grandes unidades agrícolas latifundistas. La ganadería fue la ocupación principal en las montañas, pero, a medida que se avanzó hacia el sur, la agricultura se hizo predominante. Los cereales constituyeron la base casi única de la alimentación, y el ganado, en especial la oveja, llegó a utilizarse en sustitución de la moneda. Los sistemas de cultivo incluían la rotación y el barbecho, cuando no el abandono de parcelas esquilmadas y el traslado a otras nuevas.
La circulación monetaria era muy escasa, el mercado local era el centro del comercio y el trueque el sistema común. No obstante, no se perdió el uso de la moneda.
El grado de desarrollo de las actividades mercantiles fue diverso. La ciudad de León era, en torno al año 1000, un simple mercado local, aunque con establecimientos permanentes de comerciantes y artesanos. En la zona oriental la situación era parecida, a excepción del condado de Barcelona, que actuó como enlace comercial entre carolingios y cordobeses.
La economía de los reinos cristianos era, fundamentalmente, agraria y de subsistencia, es decir, una economía familiar. A fines del siglo X, y sobre todo en Cataluña, se desarrolló un tipo de economía señorial, basada en las grandes unidades agrícolas latifundistas. La ganadería fue la ocupación principal en las montañas, pero, a medida que se avanzó hacia el sur, la agricultura se hizo predominante. Los cereales constituyeron la base casi única de la alimentación, y el ganado, en especial la oveja, llegó a utilizarse en sustitución de la moneda. Los sistemas de cultivo incluían la rotación y el barbecho, cuando no el abandono de parcelas esquilmadas y el traslado a otras nuevas.
La circulación monetaria era muy escasa, el mercado local era el centro del comercio y el trueque el sistema común. No obstante, no se perdió el uso de la moneda.
El grado de desarrollo de las actividades mercantiles fue diverso. La ciudad de León era, en torno al año 1000, un simple mercado local, aunque con establecimientos permanentes de comerciantes y artesanos. En la zona oriental la situación era parecida, a excepción del condado de Barcelona, que actuó como enlace comercial entre carolingios y cordobeses.