Gótico
Catedral de León
Arquitectura
La arquitectura gótica revolucionó las técnicas constructivas anteriores, con arcos apuntados, bóvedas de crucería, arbotantes y contrafuertes, que permitieron aligerar al máximo la naturaleza de los muros.
El gótico, que se había iniciado en Francia en el siglo XII, adquirió toda su pujanza en el XIII, el siglo de las grandes catedrales, prolongándose en los siglos XIV y XV. En España, como en Europa, los antecedentes góticos están representados por el estilo cisterciense, con monumentos tan importantes como los monasterios de Poblet, en Cataluña, y Veruela, en Aragón.
En el siglo XIII, las principales obras son las catedrales castellanas: Burgos, Toledo y León; en el XIV, son las de la Corona de Aragón: Barcelona, Gerona y Palma de Mallorca; en el XV, la iniciativa volvió a Castilla, con las catedrales de Sevilla y la nueva de Salamanca; ya en el siglo XVI se construyó la de Segovia. También quedan magníficos monumentos civiles como la Casa del Cordón (Burgos), la de Juan Bravo (Segovia) y las lonjas de Valencia y Palma de Mallorca.
A lo largo de los siglos posteriores, en las iglesias y catedrales se hicieron añadidos, por lo que hoy presentan una mezcla de estilos medievales y posteriores.
Escultura y pintura
Junto a la escultura decorativa de portadas y claustros se desarrolló también la escultura, con especial interés en el Crucificado, la Virgen con el Niño, el Calvario y la Piedad. El naturalismo de las figuras se refleja en los sentimientos de amor, dolor o resignación que transmiten.
Durante el siglo XIII, la pintura fue escasa y con influencias francesas. El retablo propició la difusión de la pintura en tabla. Las miniaturas son el mejor exponente pictórico del momento, destacando las de Las Cantigas.
Catedral de León
Arquitectura
La arquitectura gótica revolucionó las técnicas constructivas anteriores, con arcos apuntados, bóvedas de crucería, arbotantes y contrafuertes, que permitieron aligerar al máximo la naturaleza de los muros.
El gótico, que se había iniciado en Francia en el siglo XII, adquirió toda su pujanza en el XIII, el siglo de las grandes catedrales, prolongándose en los siglos XIV y XV. En España, como en Europa, los antecedentes góticos están representados por el estilo cisterciense, con monumentos tan importantes como los monasterios de Poblet, en Cataluña, y Veruela, en Aragón.
En el siglo XIII, las principales obras son las catedrales castellanas: Burgos, Toledo y León; en el XIV, son las de la Corona de Aragón: Barcelona, Gerona y Palma de Mallorca; en el XV, la iniciativa volvió a Castilla, con las catedrales de Sevilla y la nueva de Salamanca; ya en el siglo XVI se construyó la de Segovia. También quedan magníficos monumentos civiles como la Casa del Cordón (Burgos), la de Juan Bravo (Segovia) y las lonjas de Valencia y Palma de Mallorca.
A lo largo de los siglos posteriores, en las iglesias y catedrales se hicieron añadidos, por lo que hoy presentan una mezcla de estilos medievales y posteriores.
Escultura y pintura
Junto a la escultura decorativa de portadas y claustros se desarrolló también la escultura, con especial interés en el Crucificado, la Virgen con el Niño, el Calvario y la Piedad. El naturalismo de las figuras se refleja en los sentimientos de amor, dolor o resignación que transmiten.
Durante el siglo XIII, la pintura fue escasa y con influencias francesas. El retablo propició la difusión de la pintura en tabla. Las miniaturas son el mejor exponente pictórico del momento, destacando las de Las Cantigas.