Métodos de colonización: la encomienda
La colonización de las primeras tierras descubiertas resultó difícil. Las características tropicales de suelo y clima se avenían muy mal con los cultivos a los que estaban acostumbrados los españoles. Por ello, impulsaron la entrada de ganado. La búsqueda del oro, alimentada por las noticias y engrandecida por las leyendas, fue un estímulo constante en la empresa americana.
Los españoles, a su llegada a América, trataron de aprovechar hasta la extenuación la fuerza de trabajo de la población indígena y le contagiaron sus enfermedades. Para compensar la escasez de mano de obra, y dada la negativa de la reina Isabel a aceptar la esclavitud de los indios, se instituyeron las encomiendas: los indios se repartieron entre los colonos y estos se comprometieron a instruirlos. La solución no evitó el trabajo forzoso de los indios en un régimen parecido a la esclavitud. Algunos colonos se compadecieron de sus sufrimientos. Esta actitud compasiva se expresó por vez primera en el sermón que el dominico fray Antonio de Montesinos pronunció el día de Navidad de 1511 ante los colonos y las autoridades de la Española. Las Leyes de Burgos de 1512 trataron de corregir los excesos de los encomenderos, lo que no evitó la extinción de la población de las Antillas. Estas leyes proporcionaron una solución formal con la que se pretendió legitimar la conquista. En adelante, esta debería ser precedida por un requerimiento que, en nombre del rey de Castilla y Aragón, invitara a los indios a someterse a su soberanía.
La colonización de las primeras tierras descubiertas resultó difícil. Las características tropicales de suelo y clima se avenían muy mal con los cultivos a los que estaban acostumbrados los españoles. Por ello, impulsaron la entrada de ganado. La búsqueda del oro, alimentada por las noticias y engrandecida por las leyendas, fue un estímulo constante en la empresa americana.
Los españoles, a su llegada a América, trataron de aprovechar hasta la extenuación la fuerza de trabajo de la población indígena y le contagiaron sus enfermedades. Para compensar la escasez de mano de obra, y dada la negativa de la reina Isabel a aceptar la esclavitud de los indios, se instituyeron las encomiendas: los indios se repartieron entre los colonos y estos se comprometieron a instruirlos. La solución no evitó el trabajo forzoso de los indios en un régimen parecido a la esclavitud. Algunos colonos se compadecieron de sus sufrimientos. Esta actitud compasiva se expresó por vez primera en el sermón que el dominico fray Antonio de Montesinos pronunció el día de Navidad de 1511 ante los colonos y las autoridades de la Española. Las Leyes de Burgos de 1512 trataron de corregir los excesos de los encomenderos, lo que no evitó la extinción de la población de las Antillas. Estas leyes proporcionaron una solución formal con la que se pretendió legitimar la conquista. En adelante, esta debería ser precedida por un requerimiento que, en nombre del rey de Castilla y Aragón, invitara a los indios a someterse a su soberanía.