En el caso de pacientes intervenidos quirúrgicamente de tórax, corazón o abdomen, el fisioterapeuta realizará un protocolo de fisioterapia respiratoria preoperatoria, con el fin de que el enfermo acuda al quirófano en las mejores condiciones ventilatorias posibles, facilitando así la eficacia de la intervención.
Pocas horas después de ser intervenido, se realiza un protocolo de fisioterapia post-operatoria en la misma Unidad de Cuidados Intensivos para evitar cualquier complicación respiratoria, tan frecuente en estos caso. Recientes estudios, han demostrado que la aplicación de fisioterapia respiratoria en esta fase, reduce de 2 a 3 días la estancia en la UCI del enfermo, con el consiguiente alivio que eso supone para él y su familia y también, la disminución de un gran gasto para el Sistema Sanitario.
Posteriormente, el fisioterapeuta respiratorio trabaja en planta con el enfermo para reeducarlo al esfuerzo hasta su alta hospitalaria.
En el caso específico de patología neuromuscular (como en el caso de distrofias, esclerosis múltiple, ELA, parálisis cerebral infantil, párkinson, lesión medular, etc.) se ha de combinar el tratamiento respiratorio con el específico de fisioterapia neurológica, si bien, en las fases finales de este tipo de enfermedades, el tratamiento respiratorio cobra una importancia vital en tanto que supervivencia del enfermo.
Lo mismo habría que decir respecto al tratamiento de cuidados paliativos o de pacientes encamados, que suelen fallecer debido a complicaciones respiratorias propias de una situación prolongada de decúbito e inmunodepresión.
Pocas horas después de ser intervenido, se realiza un protocolo de fisioterapia post-operatoria en la misma Unidad de Cuidados Intensivos para evitar cualquier complicación respiratoria, tan frecuente en estos caso. Recientes estudios, han demostrado que la aplicación de fisioterapia respiratoria en esta fase, reduce de 2 a 3 días la estancia en la UCI del enfermo, con el consiguiente alivio que eso supone para él y su familia y también, la disminución de un gran gasto para el Sistema Sanitario.
Posteriormente, el fisioterapeuta respiratorio trabaja en planta con el enfermo para reeducarlo al esfuerzo hasta su alta hospitalaria.
En el caso específico de patología neuromuscular (como en el caso de distrofias, esclerosis múltiple, ELA, parálisis cerebral infantil, párkinson, lesión medular, etc.) se ha de combinar el tratamiento respiratorio con el específico de fisioterapia neurológica, si bien, en las fases finales de este tipo de enfermedades, el tratamiento respiratorio cobra una importancia vital en tanto que supervivencia del enfermo.
Lo mismo habría que decir respecto al tratamiento de cuidados paliativos o de pacientes encamados, que suelen fallecer debido a complicaciones respiratorias propias de una situación prolongada de decúbito e inmunodepresión.